Un estudio realizado sobre más de seis mil quinientas mujeres arrojó porcentajes que vinculan directamente la permanencia en redes sociales con los problemas alimenticios.
Cada año, el 30 de noviembre se celebra el día Internacional de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Los trastornos alimentarios son un conjunto de padecimientos psiquiátricos en los cuales el síntoma predominante es la alteración de la conducta alimentaria.
Estos síntomas son heterogéneos en su forma de presentación e incluyen la restricción alimentaria, la ingesta compulsiva de comida, la ingesta de comida en horarios poco habituales del día o las denominadas purgas entre las cuales la más común es el vómito autoinducido. Aparte de los síntomas alimentarios característicos, estos cuadros se acompañan de síntomas psicológicos como son la preocupación excesiva por la imagen corporal, el miedo a comer y aumentar de peso o la compulsividad en la ingesta de alimentos para calmar emociones displacenteras.
Aunque la etiología es multidimensional, los determinantes socioculturales tienen un gran impacto en el desarrollo de estas patologías, como la mayor exposición a la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales. Tanto por su prevalencia y necesidad de tratamiento especializado, como por su gravedad y tendencia a la cronicidad, podríamos considerar a los trastornos alimenticios como uno de los problemas de salud pública más graves de nuestros días.
Sobre la incidencia y participación de las redes sociales dentro de este trastorno, el Dr. Sebastián Soneira, Jefe de la Sección de Trastornos Alimentarios y Psiquiatría Nutricional del Servicio de Psiquiatría de Fleni, sostuvo: “Las redes sociales promueven estándares de belleza irreales y basados en la delgadez , permiten la comparación entre iguales incrementando la preocupación por el peso y crean espacios que fomentan los trastornos de la conducta alimentaria; es decir, las redes sociales promueven el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria.”.
En consonancia con esto último, está comprobado que la población de mayor riesgo y exposición está compuesta por mujeres de entre 12 y 21 años.
Un reciente estudio realizado entre más de seis mil quinientas mujeres y coordinado desde la Fundación Bellamente, en el marco de un proyecto de la Universidad de Buenos Aires, arrojó como resultado que 8 de cada 10 mujeres se sienten insatisfechas con su imagen corporal y que el 86% afirma que alguna vez se sintió mal con su cuerpo después de ver una publicación de Instagram, siendo casi dos tercios de los casos publicaciones realizadas por influencers o celebridades.
Los trastornos alimentarios, en su totalidad, tienen tratamiento y la curación es posible. Para esto es muy importante realizar un diagnóstico preciso y dentro de una ventana de tiempo lo más breve posible ya que existe una relación inversa entre la duración del trastorno alimentario y las posibilidades de curación total. Un aspecto bastante frecuente en este tipo de enfermedades es su tendencia a la cronicidad cuando el diagnostico y tratamiento no son instaurados en tiempo y forma.
El abordaje terapéutico es interdisciplinario contemplando los aspectos psicológicos, nutricionales y psiquiátricos involucrados en la génesis de estos cuadros. “El tratamiento que proponemos implica un abordaje integral con un equipo conformado por un grupo interdisciplinario de especialistas con amplia trayectoria en intervenciones terapéuticas basadas en la evidencia científica. Nuestro objetivo no solo implica el control de la ingesta alimentaria, sino que se trabaja en la recuperación del bienestar físico y emocional”, señaló Soneira.
Con el tratamiento y enfoque adecuados, los pacientes mejoran su calidad de vida y aspectos nutricionales y emocionales. La esencia de la terapia consiste en regular la alimentación y adquirir hábitos saludables a través de estrategias conductuales y la modificación de creencias y pensamientos disfuncionales sobre la forma del cuerpo y el peso junto con otros factores que están manteniendo el problema.
Además, el especialista resaltó que “está comprobado que la participación y/o exposición en las redes sociales afecta negativamente la imagen corporal y la elección de alimentos; por esto, los profesionales de la salud que diseñan campañas en las RRSS deben considerar el contenido relacionado con la imagen para no aumentar la insatisfacción corporal.”.
Existen diferentes lineamientos terapéuticos que la Unidad especializada de Fleni lleva adelante con sus pacientes ya que no todas las formas de psicoterapia han demostrados ser igualmente efectivas en el abordaje de estos cuadros. También se tiene en cuenta la altísima comorbilidad de estos trastornos con otros cuadros psiquiátricos como la depresión, los trastornos de la personalidad y los trastornos de ansiedad. Es por esto que resulta indispensable adaptar el tratamiento a cada paciente utilizando los recursos psicofarmacológicos, psicoterapéuticos y nutricionales óptimos para cada diagnóstico y caso.