«Tangoterapia» y sus beneficios en la salud

Se trata de una disciplina que combina baile, música y poesía en pos de la salud física y emocional, la integración social y el bienestar de las personas, además de prevenir y tratar diversas enfermedades. El 11 de diciembre es el Día Nacional del Tango. ¡A bailar!

El  miércoles 11 de diciembre, en sintonía con el Día Nacional del Tango, culmina en Rosario el Sexto Congreso Internacional de Tangoterapia: una disciplina terapéutica reciente en la que se conjugan el baile, la música y la poesía del tango promoviendo vivencias motivadoras en función de la salud.

Hay quienes la llaman psicotango, porque justamente a través de él combinamos los beneficios de la psicología con el baile del tango.

Está demostrado que con la danza, la música y el canto, bailando en parejas o en grupos, se promueven la salud física y emocional, la integración social y el bienestar de las personas, y también se pueden prevenir y tratar diversas enfermedades.

En el congreso de Rosario participaron profesionales y académicos de la medicina, músicos, artistas y bailarines, de renombre nacional e internacional, y se incluyeron debates en los que también participaba el público proponiendo promover e implantar los efectos terapéuticos del baile para mejorar nuestra calidad de vida.

El tango es una música que, además de bella y nostálgica, cada año viene demostrando nuevos beneficios para la salud. Podríamos afirmar que, con la tangoterapia, el tango se ha trasladado de los salones de baile a las salas de terapia y rehabilitación.

Los testimonios que se recogen en los talleres de tangoterapia nos cuentan cómo el baile levanta la autoestima de las personas y las hace sentir protagonistas. Son muchas las personas que llegan a los talleres con sus miradas perdidas, en silencio, con sus caras desconcertadas, y se transforman cuando suena un tango. Se paran, quieren bailar y se conectan con su cuerpo, sus miradas se iluminan y así parecen más vivaces.

A través del baile, muchos pacientes que tienen dificultades de la memoria y la conducta, mientras recuerdan felizmente sus bailes en los clubes de barrio, se van recuperando, se comunican mejor, reducen el estrés, se relajan y mejoran notablemente su estado de ánimo.

En ese sentido, otros pacientes, que padecen trastornos de la movilidad y la rigidez propios de enfermedades neurológicas, como el Parkinson, comienzan a moverse y desplazarse más ágilmente, hacen pasos, rondas y bailan con mayor seguridad pudiendo reducir, en algunos casos, las necesidades de medicación y tiempos de hospitalización.

No existen dudas de que la medicina del cuerpo siempre va de la mano con la medicina del alma; entonces qué mejor decisión que bailarnos una regia milonga o un buen tango para encender la luz que todos llevamos adentro, para que nuestros caminos sean más fáciles de andar y así podamos decir, como decía un amigo, “tango que me hiciste bien y te sigo queriendo”.

11 DE DICIEMBRE – DÍA NACIONAL DEL TANGO

Carlos Gardel y Julio de Caro nacieron ambos un 11 de diciembre y el músico Ben Molar patrocinó esa fecha como el Día Nacional del Tango, el ritmo emblemático rioplatense que, en octubre del 2009 en Abu Dhabi, alcanzó dimensión internacional cuando fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Los expertos, reunidos en la capital de los Emiratos Árabes, reconocieron que la danza y el estilo musical rioplatenses, característicos de Buenos Aires y Montevideo, con su ritmo de bandoneón y evocando la vida en el arrabal, con esa combinación de melancolía y sensualidad, dejaban de conocer las fronteras para extenderse con renombre internacional.

París fue una de las primeras metas del tango, cuando la música arrabalera era rechazada por la alta sociedad porteña; Paris fue la ciudad que le dió validez internacional al tango y es así como hoy muchos tangueros se siguen dando cita a orillas del Sena para gozar al tango.

Alemania y Japón son otros países donde se ha posesionado nuestra música popular; muchos profesores de baile argentinos pasan gran parte del año difundiendo el tango en el exterior, como también los músicos y bailarines japoneses y europeos viajan para actuar en Argentina.
En los Estados Unidos el tango se puso de moda a mediados de los 80… y desde entonces creció a un ritmo increíble.

Se estima que un 70% de quienes acuden a bailar tango no son argentinos, ni siquiera son latinos, y eso se explica por el carácter universal que logró nuestra música.

La gente se vuelca al tango porque tiene esa cuestión distinta en el abrazo y la actitud con la pareja, que le da algo que los bailarines no encuentran en otros tipos de música.

Con todos estos antecedentes y muchos más, el creciente amor de los extranjeros por nuestro tango quedó plasmado en su consagración en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad, homenajeando así a centenares de cantores, milongueros y músicos que fueron preservando nuestra tradición musical y la difundieron por el mundo, tanto en los tiempos que el tango era moda como en los que no lo era, porque al tango también le ha tocado vivir épocas con vientos de cola y vientos en contra.

Por Juan Baláz para Noticias de Salud