Avanza un proyecto en el Congreso para prohibir que se pongan marcas en las recetas. Se trata del acceso al medicamento como bien social.
La misma droga, en iguales dosis, puede costar hasta un 60 por ciento menos si es genérica. Bajo esta mirada, que apunta a entender el acceso al medicamento como bien social, las principales fuerzas políticas acordaron en el Congreso impulsar el uso de estos medicamentos más baratos, prohibiendo la mención de marcas en las recetas.
En 2002, la ley 25.649 había ordenado que toda prescripción médica incluyera el nombre genérico del remedio y había permitido que los médicos sugirieran un nombre comercial.
Pero el cumplimiento fue escaso. “Cerca del 40% de las recetas vienen con una marca únicamente y varias coberturas médicas no aceptan que se hagan cambios”, contextualizó Claudio Ucchino, titular del Colegio de Farmacéuticos porteño.
Según datos de la Cámara de Productores de Genéricos, en Argentina hoy estas opciones representan menos del 10% del mercado, contra más de un 60% en Estados Unidos, Canadá y Francia.
En ese sentido, la diputada Ana Carolina Gaillard (FPV) presentó en marzo un proyecto de ley para impulsar el consumo de los genéricos. Y hoy, en la comisión de Salud, Cambiemos y el Frente Renovador comprometieron su apoyo, como parte de una futura reforma integral para el sector.
La iniciativa propone que las recetas sólo puedan contener el nombre genérico. Y que, en caso de tener una marca, queden de inmediato invalidadas “para realizar el expendio” y para ser pagadas por las obras sociales, prepagas y organismos estatales.
Por lo pronto, quedaron en convocar a expertos médicos y de la industria a una audiencia que se celebrará, según estiman, en dos o tres semanas. “Vemos bien que se dé más opciones a la gente, y al farmacéutico la potestad de mostrarle distintas opciones”, indicó Ucchino.
Desde la otra vereda, la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), plantea que la ley actual ya permite la libre elección y que la marca es información valiosa para los pacientes, que así los pacientes “pueden saber quién respalda un medicamento.
Y afirman que en la Argentina no se instrumentaron mecanismos que aseguren la intercambiabilidad, en otras palabras: que los genéricos tengan “los mismos efectos terapéuticos” que los de primeras marcas.
Fuente: Diario Clarín y Boletín Farmacéutico Bonaerense
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