¿Por qué es importante la presión arterial diastólica?

Cuando se trata de las lecturas de la presión arterial, el número «superior» parece acaparar toda la atención. Pero un nuevo estudio de gran tamaño confirma que ambos números son, de hecho, esenciales para determinar el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular (ACV).

Las medidas de la presión arterial se suministran como un número «superior» y uno «inferior». El primero refleja a la presión arterial sistólica, que es la cantidad de presión en las arterias cuando el corazón se contrae. El segundo refleja a la presión arterial diastólica, que es la presión en las arterias entre las contracciones del músculo cardíaco.

Durante años, se ha considerado que la presión arterial sistólica es la única que en realidad es importante. Esto se ha basado en estudios, incluyendo el famoso Estudio del corazón de Framingham, que mostraron que la presión arterial sistólica alta era un factor de predicción más potente de la enfermedad cardíaca y el ACV.

Pero al mismo tiempo, los médicos miden la presión arterial tanto sistólica como diastólica, y las directrices de tratamiento se basan en ambas. Entonces, ¿qué tan importante es el número de la diastólica?

«La idea de este estudio era abordar la confusión», señaló el investigador principal, el Dr. Alexander Flint, investigador en la división de investigación de Kaiser Permanente del Sur de California (EEUU).

Usando los expedientes médicos de 1.3 millones de pacientes, su equipo confirmó que la presión arterial sistólica alta sí era un factor de riesgo más potente de ataque cardíaco y ACV. Pero esos riesgos también aumentaron paralelamente con la presión diastólica, y las personas con unas lecturas sistólicas normales seguían en riesgo si su presión diastólica estaba elevada.

Flint y sus colaboradores reportaron los hallazgos en la edición del 18 de julio de la revista New England Journal of Medicine.

La definición de hipertensión también se ha renovado en años recientes. Las directrices publicadas en 2017 por el Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology, ACC) y otros grupos cardíacos redujo el umbral del diagnóstico de hipertensión, de los 140/90 mm Hg tradicionales a 130/80.

El hecho de que las directrices de tratamiento incluyan un umbral para la presión arterial diastólica implica que es importante. Y de hecho lo es, apuntó la Dra. Karol Watson, miembro de la sección de prevención y el consejo de liderazgo del ACC.

En realidad, dijo, los médicos pensaban antes que la presión arterial diastólica era la más importante, basándose en la investigación de esa época. Entonces aparecieron los estudios que mostraban que la presión sistólica era en general un mejor factor de predicción del riesgo de enfermedad cardíaca y ACV de las personas.

Además, indicó Watson, la presión arterial sistólica alta es más prevalente, debido a los cambios naturales en la presión arterial a medida que las personas envejecen.

«Cuando envejecemos, la presión arterial sistólica sigue aumentando», explicó. Por otro lado, la presión arterial diastólica en general alcanza su punto máximo cuando las personas están entre la cuarentena y la sesentena, y entonces se reduce.

Pero está claro, aseguró la Dra. Watson, que aunque la presión arterial sistólica y la diastólica son distintas, ambas merecen atención.

En el estudio más reciente, los riesgos cardiovasculares aumentaron con cada «aumento de unidad» en la presión sistólica por encima de 140, en alrededor de un 18%, en promedio. Por otra parte, cada aumento en la presión arterial diastólica por encima de los 90 se vinculó con un aumento del 6% en el riesgo de enfermedad cardiaca y ACV.

Los investigadores detectaron un patrón similar cuando observaron los aumentos en la presión arterial por encima del umbral de 130/80. Esto, dijo el Dr. Flint, respalda al cambio de las directrices de 2017.

Los hallazgos se basan en más de 1.3 millones de pacientes del sistema de salud de Kaiser Permanente que se sometieron a unos 36.8 millones de lecturas de la presión arterial entre 2007 y 2016. A lo largo de 8 años, más de 44.000 pacientes sufrieron un ataque cardíaco o ACV.

Según el Dr. Flint, este es el estudio de su tipo más grande hasta la fecha.

La moraleja para los pacientes, apuntó la Dra. Watson, es que deben importarles ambos números de la presión arterial. En su experiencia, anotó, los pacientes con frecuencia apuntan a la cifra que está en el rango normal y dicen «pero mira qué bien está esa».

El Dr. Flint se mostró de acuerdo, y planteó que nadie debe «ignorar» el número diastólico. «Es importante no solo para el tratamiento de la presión arterial, sino también para el diagnóstico», añadió.

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