A partir del lunes 1° de junio se dejó de aplicar en todo el país la vacuna oral Sabin contra la poliomielitis y sólo se utilizará la inyectable tipo Salk, medida que las autoridades sanitarias de la Nación calificaron como «un hecho histórico», según informó la Dra. Mirta Roses Periago, titular de la Comisión Nacional de Inmunizaciones.
«Hoy estamos todos muy emocionados al darle la despedida a las gotitas que nos ayudaron terminar con la polio y que usamos en el país en operativos masivos desde el año 1971», dijo la Dra. Roses Periago, quien participó del habitual reporte matutino del Ministerio de Salud de la Nación sobre la situación del coronavirus en el país.
La especialista, quien también es Directora Emérita de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), explicó que de ahora en más se utilizará sólo la vacuna inyectable tipo Salk, más completa que la Sabin y con menos posibilidades de generar complicaciones derivadas del propio virus que se utiliza en su elaboración.
De acuerdo a la resolución 814 del 22 de abril, el Ministerio decidió modificar el esquema de vacunación siguiendo una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El año pasado, según datos de la OMS, en todo el mundo se notificaron 156 casos de polio y en sólo dos países, Afganistán y Pakistán, la enfermedad sigue siendo endémica.
En Argentina, el último caso registrado de poliomielitis fue en 1984, mientras que 10 años después, en 1994, la región de las Américas fue la primera en ser declarada libre de la enfermedad.
Se estima, de acuerdo a datos de la OMS, que la vacuna pudo evitar más de 16 millones de casos de parálisis por el virus.
El futuro
El nuevo esquema anunciado hace una semana por el Ministerio de Salud pasará de la actual oral bivalente (bOPV) más conocida como Sabin, a la vacuna inactivada (IPV) también conocida como Salk y constará de 3 dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad y un refuerzo en el ingreso escolar entre los 5 y 6 años.
«Es un hecho histórico», destacó la Dra. Carla Vizzotti, viceministra de Salud y quien todas las mañana está a cargo del reporte sobre Covid-19, donde hoy también estuvo Mirta Roses, una de las más destacadas especialistas en materia de inmunizaciones e integrante del equipo que asesora al presidente Alberto Fernández sobre el coronavirus.
«Estamos a un pasito de erradicar la segunda enfermedad del mundo después de la viruela gracias a las vacunas, que nos igualan y son una prioridad, una política de Estado en este país», remarcó la Dra. Vizzotti.
«Es un día muy importante para la salud pública», enfatizó la viceministra para presentar a la Dra. Roses Periago, quien reconoció que la aplicación de la vacuna inyectable «no será tan fácil como las gotitas». Sobre la Sabin, la especialista agregó: «Tenemos que hacerle un reconocimiento especial, permitió la erradicación de la polio de las Américas, y lo está logrando en casi el mundo entero ya que está acorralada solo en dos países».
Un cambio en la sociedad
La vacuna Sabin comenzó a utilizarse en 1971 y la facilidad para su aplicación, el bajo costo y la capacidad para combatir lo que se denomina «virus salvaje» en el estómago, fue lo que permitió llevar adelante operativos masivos y esas fueron, según la Dra. Roses Periago, la «clave de su éxito».
La primera vacuna desarrollada contra la poliomielitis, una enfermedad muy contagiosa que no tiene cura y afecta principalmente a los niños, fue presentada oficialmente el 12 de abril de 1955 por el presidente norteamericano Dwight Eisenhower y desarrollada por Jonas Salk. En Argentina, comenzó a aplicarse al año siguiente.
La enfermedad es producida por el poliovirus que se transmite a través de secreciones respiratorios o por la ruta fecal-oral pero como el ser humano es el único reservorio, los casos de polio disminuyeron más de un 99% gracias a la vacuna.
En 1961, Albert Sabin desarrolló la vacuna que, a diferencia de la Salk, además de ser vía oral, es elaborada a partir de «virus vivos», y esto permite que de la misma manera en que la enfermedad se contagia, la vacuna transmita la inmunización.
«La Sabin, que es la versión popular y ampliada de la Salk, logró eliminar totalmente la polio del mundo porque, a diferencia de la anterior, inmuniza no sólo al paciente que se vacuna sino a sus contactos», explicó el Dr. Alejandro Ellis, jefe del servicio de Pediatría del Sanatorio Mater Dei.
En la resolución del Ministerio de Salud de la Nación se explica que la vacuna Sabin, adoptada por la OMS en 1988 para combatir la enfermedad, logró «el objetivo final de erradicar la poliomielitis y controlar brotes, los casos provocados por poliovirus (PV) salvajes han disminuido en más de un 99%, de 350.000 estimados en 1988, a 156 notificados en 2019».
Sin embargo, aclara que la vacuna tipo Salk resulta más completa para combatir todos las variantes del virus. «La amenaza de reintroducción del virus continúa vigente debido a que todavía no ha sido erradicado y, de tal forma, es posible que ocurran importaciones», dice el texto de la resolución.
Para la Dra. Roses Periago, la eliminación de la vacuna Sabin del calendario oficial es «un hecho histórico digno de destacar, que en medio de una pandemia y de una situación económica tan difícil se decida dar este paso, necesario desde el punto de vista sanitario, y mas imperativo desde el punto de vista médico y más equitativo desde el punto de vista social».