Se trata de una creación canadiense que usa neumáticos reciclados para destruir grandes cantidades de larvas de Aedes, transmisor de esta enfermedad infecciosa. Buscan replicar esta iniciativa en Argentina.
El mismo neumático desechado que el mosquito Aedes Aegypti usa como criadero para reproducirse lo transformaron, ingeniosamente, en una de las trampas más eficaces para destruir grandes cantidades de larvas y prevenir el dengue. Así nació “ovillantas”, una creación del mexicano Gerardo Ulibarri, profesor emérito de Química Médicade la Universidad Laurentian en Canadá.
Este método innovador fue presentado en el evento Idear Soluciones Argentinas, que reúne a algunas de las mentes más creativas del mundo en temas de salud, agua y saneamiento y emprendimientos para compartir soluciones innovadoras para los desafíos de América Latina y el Caribe.
Lo cierto es que reutilizando llantas usadas en México y Guatamela lograron reducir en un 50 y 70 por ciento la población del mosquito Aedes que transmite los virus de dengue, Zika, chikungunya y fiebre amarilla.
«Paradojicamente, estamos volviendo en su contra las llantas gastadas, un arma que los mosquitos utilizan contra nosotros», resume Ulibarri.
Y explica: “Tras el desove las larvas generan una cantidad de feronomas que quedan mezcladas en el agua estancada. Otras mosquitas perciben esa huella química llegando al sitio de desove. El ciclo se repite y la trampa se vuelve más eficiente”.
El costo de la “ovillanta” es muy económico y tiene una durabilidad de diez años. Es fácil de fabricar y hay un suministro inagotable de materiales disponibles, si se considera que cada año se gastan en el mundo unos 1.500 millones de neumáticos. Expertos aseguran se trata de una estrategia más eficiente que el uso de fumigaciones con pesticidas.
Casi el 30 por ciento de los mosquitos Aedes se reproducen en neumáticos de automóvil llenos de agua.
Acerca de la ovillanta:
Consiste en dos piezas de neumáticos de unos 50 centímetros de largo y en una válvula de drenaje, imita el lugar donde se reproducen los Aedes. Un sólo neumático puede dar lugar a tres ovillantas.
¿Cómo funciona?: La mitad inferior del dispositivo se llena de unos dos litros de agua y se añaden las llamadas «tiras de aterrizaje» (por ejemplo, pedazos de papel pellón) donde las hembras de mosquito pondrán sus huevos.
Si cada tres o cuatros días se filtra el agua de la trampa y se repone es posible destruir una enorme cantidad de larvas y huevos.
Fuente: diario Perfil
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