Se aprobó en nuestro país el uso de dacomitinib, un tratamiento en primera línea para un subtipo muy específico de cáncer de pulmón, denominado de células no pequeñas y con mutación positiva del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, por sus siglas en inglés).
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) acaba de aprobar una nueva medicación como primera línea de tratamiento para pacientes adultos con un subtipo de cáncer de pulmón denominado de células no pequeñas, en estadio localmente avanzado o metastásico, que además presenten las mutaciones más frecuentes del factor de crecimiento epidérmico, una característica que se identifica mediante testeos moleculares. Luego de los Estados Unidos, Argentina es el primer país del continente en contar con esta medicación, que también fue aprobada por la Unión Europea y Japón.
En la Argentina, el cáncer de pulmón es el de mayor mortalidad, por encima de los de colon, mama, páncreas y próstata y el cuarto en incidencia, con alrededor de 11 mil nuevos casos por año, lo que representa el 9,3% del total de casos de cáncer en Argentina.
La nueva droga, que ya está disponible en nuestro medio, se denomina dacomitinib y se administra por vía oral, en una dosis recomendada de 45mg en una toma diaria. Este tratamiento actúa inhibiendo una proteína (quinasa, de factor de crecimiento epidérmico humano) que participa en el desarrollo del tumor.
Dacomitinib demostró una reducción del 41% en el riesgo de progresión de la enfermedad en comparación con un TKI estándar de primera generación y también lo superó en sobrevida libre de progresión (14,7 meses versus 9,2 meses) en el estudio clínico aleatorizado, multicéntrico e internacional de fase 3, conocido como ARCHER 1050i, que evaluó la eficacia y seguridad del medicamento. Asimismo, evidenció una mejora significativa de 7,3 meses en la mediana de sobrevida global por sobre la alcanzada en el grupo que recibió la terapia convencional (34,1 meses versus 26,8 meses).
“Una mediana de más de 14 meses sin que la enfermedad avance es calidad de vida, porque gracias al efecto de la medicación los pacientes pueden continuar con su vida normal, inclusive trabajando y disfrutando de sus afectos, a diferencia, por ejemplo, de los efectos que ocasiona la quimioterapia. No perdamos de vista que son pacientes donde la enfermedad se encuentra en etapas avanzadas, por lo que estos resultados son muy alentadores”, subrayó el Dr. Diego Kaen, médico oncólogo clínico, Director del departamento de investigación clínica del Centro Oncológico Riojano Integral (CORI).
“Con la llegada de dacomitinib, ahora contamos con una opción terapéutica más, de las conocidas como ‘medicina de precisión’, que son moléculas que sin lugar a dudas han demostrado beneficios clínicos estadísticos, mayor sobrevida y mejor calidad de vida por sobre las medicaciones con las que contábamos anteriormente. En Oncología, y particularmente en cáncer de pulmón, el abordaje es cada vez más personalizado, porque se va hacia el desarrollo de medicamentos para cada perfil molecular de los tumores, según qué alteraciones genéticas presentan”, destacó el Dr. Kaen, quien también es profesor de la Cátedra de Clínica Médica, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Rioja.
“Desde ya que esto representa una esperanza para muchos pacientes. En particular para el cáncer de pulmón, que avanza rápido otorgando poco tiempo para actuar, cada nueva oportunidad de tratamiento es una buena noticia. Al mismo tiempo, las posibilidades de actuar tienen que ver con la detección temprana, y en ese campo es muy necesario trabajar para aportar tecnologías que permitan llegar antes al diagnóstico y así ganar tiempo” agregó Ignacio Zervino, Coordinador de la Fundación Pacientes con Cáncer de Pulmón (FPCP).
Cerca del 85% de todos los tipos de cáncer de pulmón son lo que se conoce como ‘de células no pequeñas’ y, casi en el 75% de los casos se encuentra en estadio localmente avanzado o metastásico al momento del diagnósticoii. De ellos, aproximadamente 1 de cada 5 presentará una mutación del receptor de factor de crecimiento epidérmico o “EGFR”, que es una proteína que contribuye con el crecimiento y división celular. Cuando el gen EGFR muta, puede provocar una sobreactividad de la proteína, lo cual determina la formación de células cancerígenas. Particularmente este grupo de pacientes es el candidato a recibir dacomitinib v,vi,vii.
En Argentina, las mutaciones EGFR están presentes en alrededor del 14,4% de los tumores de células no pequeñas. Técnicamente, las mutaciones más comunes son la deleción en el exón 19 o con sustitución L858R en el exón 21, que son aquellas para las que está indicada esta terapia y que, en conjunto, son responsables de más del 80% de las mutaciones activadoras EGFR.
“Desde hace algunos años viene cambiando el escenario para el cáncer en general y del cáncer de pulmón en particular, de una única enfermedad a cientos de ellas. Y en eso tiene mucho que ver la aparición de nuevas tecnologías que permiten conocer y clasificar los distintos tipos de tumores, y poder diseñar así respuestas personalizadas con diferentes tratamientos”, concluyó Ignacio Zervino.
Acerca de dacomitinib en comprimidos de 45 mg, 30 mg y 15 mg
Dacomitinib es un medicamento de administración por vía oral, que actúa inhibiendo el receptor quinasa de factor de crecimiento epidérmico humano. Dacomitinib está aprobado como primera línea de tratamiento en pacientes adultos con cáncer de pulmón localmente avanzado o metastásico, de célula no pequeña con factor de crecimiento epidérmico mutado y deleción en el exón 19 o con sustitución L858R en el exón 21.
Entre los efectos adversos más comunes, se registraron: diarrea (87%), sarpullido (77%), estomatitis (70%), alteraciones en las uñas (66%), disminución del apetito (31%), piel seca (30%), pérdida de peso (26%), aumento de transaminasas (24%), conjuntivitis (23%), alopecia (23%) y prurito (20%). Se registraron reacciones adversas graves en un 6,2%. Las reacciones adversas graves más comunes reportadas (≥1%) incluyen diarrea (2,2%) y enfermedad pulmonar intersticial (1,3%).