El Dr. en Psicología, Psicoanalista y Jefe de Salud Mental del Hospital de Boulogne pasó por Noticias de Salud Radio. Charlamos sobre guerra, pandemia, ansiedad y ataque de pánico, conceptos que se relacionan actualmente. Todo lo que tenés que saber para cuidar tu salud mental en esta entrevista.
La salud mental no aguanta más. Nadie sabe si la pandemia sumará algún capítulo o si la guerra (¿nuclear?) se extenderá. La incertidumbre es altísima. Y el clima (mental) se presta para disparar patologías o profundizar padecimientos mentales ya existentes. Néstor Tamburini (MN. 81.371) Dr. en Psicología, Psicoanalista y Jefe de Salud Mental del Hospital Municipal de Boulogne nos explicó qué cosas pasaron a nivel mental durante la pandemia y por qué. Autodiagnóstico, automedicación e intentos de suicidio en adultos mayores son algunas de las consecuencias que dejó la pandemia por coronavirus.
-¿Qué cosas notaste a nivel mental durante la peor parte de la pandemia?
– Hubo una tendencia de personas que llegaban con diagnósticos equivocados y emociones distorsionadas. Gente triste que se autodiagnosticaba depresiva, personas con miedo que creyeron atravesar un ataque de pánico y no lo era. Se creaban rótulos patológicos y eso muchas veces lleva a la automedicación. Nunca vi como en esta época tanta ingesta de medicación en adultos mayores.
-¿Qué consecuencias mentales nos dejó la pandemia?
-Actualmente hay un aumento de una demanda desatendida durante estos dos años por miedo de ir al hospital. Eso incrementó cuadros patológicos o sintomáticos. Al perder contacto con el especialista los pacientes empezaron a tomar medicación antigua a demanda. Hay combinaciones que pueden terminar con la internación, como por ejemplo, ansiolíticos, antidepresivos y alcohol, otra de las sustancias que viene a calmar el dolor psíquico en estos tiempos. También, hubo un aumento en el índice de intento de suicidio llamativamente en personas de edad avanzada, entre 70 y 80 años. Una de las hipótesis puede ser que la gente estaba tan sola, encerrada y separada del resto de la familia que la única manera de hablar con alguien era llegar a un hospital y la forma era con un intento de suicidio.
-¿Qué es la ansiedad y cuándo deja de ser normal?
-La ansiedad es una reacción una emoción que tiene que ver con la capacidad de expectativa inherente al ser humano que es la incertidumbre. Cuando las reglas del juego institucional cambian todo el tiempo, como pasó con el Covid-19 por ejemplo, la incertidumbre aumenta. El tema es que ese espacio de incertidumbre psíquica se transforma en el mejor de los casos en angustia. Cuando la angustia es desmedida se empieza a emparentar con la ansiedad. Y si sube a niveles muy intensos se transforma en paranoia y la persona empieza a sospechar de todo lo que tiene alrededor. Todo su entorno se vuelve una amenaza. Afortunadamente, los cuadros patológicos de ansiedad tienen solución y formas de abordarlo.
-¿Se puede superar la ansiedad sin medicación?
-Sí, pero si la pregunta es ¿en todos los casos? La respuesta es no. La medicación es una herramienta sumamente valiosa, siempre y cuando esté bien dosificada en el momento adecuado y haya un control médico de esa medicación. El problema actual es que a veces ese ansiolítico no está bien dosificado y no hay quien controle que esa persona tome lo que tenga que tomar y no más. Hay herramientas de gran utilidad para la ansiedad como tratamientos por vía de la palabra, la meditación, el yoga y la socialización, todo esto ayuda a superar este tipo de cuadros.
– ¿La palabra cura?
-La palabra cura y condena, depende quién la usa y cómo la usa. Te puede salvar o matar. Por eso, es importante buscar entornos de confianza en los cuales las personas no resulten una amenaza. Siempre hay esperanza de mejorar aunque algunos nos quieran hacer creer que todo está perdido. Hay que desconfiar del que te dice que está todo perdido porque ¿cómo lo sabe? si somos seres de incertidumbre.
-¿Cómo definís un ataque de pánico?
-Te propongo repensarlo saliendo de una concepción clásica de libro de psicología. Hay que pensarlo como un trastorno general a nivel psíquico con repercusión en todo el cuerpo que tiene la caracteristica de que surge a partir de la ausencia de estímulo. Esto es clave para que las personas no se confundan y le digan a cualquier episodio ataque de pánico. Cuento una anécdota de una paciente como ejemplo: me relató que en otro país sin querer se metió de contramano con su automóvil en una gran avenida y se asustó tanto que se largó a llorar. Me decía que tuvo un ataque de pánico, pero en realidad lo que tuvo es una reacción súper saludable a un entorno que se volvió hostil de golpe, una descarga emocional. Sin embargo, ella creía que es una reacción patológica. Un ejemplo de ataque de pánico es si estoy conversando normalmente y de repente me descompenso, tengo sudor, taquicardia, me tiro al piso y siento que me muero. El ataque de pánico es como una casa que está llena de alarmas y se activan todas de golpe en el cuerpo y a nivel psíquico sin que haya ningún intruso.
-¿Cuál es la causa de un ataque de pánico?
– Hice investigaciones y analizando vivencias como denominador común pudimos observar que los ataques de pánico pueden aparecer en personas que no pueden cambiar de etapa vital. Imaginemos la caja de cambio de un auto, no te podés quedar en segunda porque las revoluciones del motor suben y el motor se recalienta. Pero la sociedad nos suele decir que bajemos un cambio y creo que es al revés hay que subir un cambio, es decir, pasar a otra etapa de tu vida. Al hacerlo las revoluciones de la cabeza van a bajar. El ataque de pánico es como un alerta que nos avisa que hay que pasar a otro momento de la vida, como volver a nacer. Hay que animarse.
-¿Cómo sería un cambio de etapa?
-Puede ser pasar a un momento laboral diferente e iniciar un proyecto. Pero también cuando una persona sigue funcionando como hijo eterno y no se da cuenta que ya es padre. O padres eternos que ya son abuelos; o gente que funcionan como jóvenes de 15 años y tienen 50. Esas personas no pasaron el cambio. Y, reitero, el mensaje social es que “estás muy estresado baja un cambio”. Al contrario, hay que subir un cambio para pasar de etapa y tal como el motor de un auto va a funcionar más relajado y sereno.
-¿Vivimos una guerra mental?
-Hace bastante tiempo que la cabeza de las personas está en guerra. Y eso debe tener fecha de vencimiento porque cuando la batalla interna se prolonga puede provocar una patología. La mente de las personas estalla cuando se dedican a escuchar la tragedia de otros. Vivimos tiempos en los que hemos perdido referentes importantes y creíbles. Los líderes están en crisis y hoy hay referentes en las redes sociales que son ‘Youtubers’ e ‘influencers’, pero ellos también están influenciados. Tenemos que encontrar entornos de confianza y no aceptar todo lo que se escucha y se ve. Es fundamental recuperar la creencia en las instituciones que, si bien las podemos criticar, necesitamos volver a formar instituciones y tranquilizar a la gente.