Ellos forman parte del proyecto Música del Alma. Jorge Bergero, chelista de la orquesta estable del Teatro Colón, ideó esta movida a partir de la enfermedad de su novia.
Música para el Alma es un proyecto que lleva orquestas a hospitales, asilos, y a todos «los lugares donde se puede estar sufriendo algún dolor del alma», resume Jorge Bergero, uno de sus creadores, que es chelista de la orquesta estable del Teatro Colón.
El grupo de músicos ya realizó shows en más de 50 lugares; entre clínicas, hospitales, institutos de discapacitados, cárceles y geriátricos. Se presentan de a 10 o 20, junto a cantantes –todos voluntarios– e interpretan desde óperas hasta melodías infantiles como “el payaso Plim Plim”, y logran lo que ningún medicamento: la sonrisa, el baile, las ganas.
El sueño nació y se hizo realidad al mismo tiempo. Fue en abril de 2011 durante una jornada en la Fundación Salud, en Luis Guillón, partido de Esteban Echeverría. Ahí estaba Jorge acompañando a su novia, Eugenia, de 35 años, que padecía cáncer de mama. Eran novios desde hacía seis años y se habían conocido en el Teatro Colón, él como chelista de la orquesta estable y ella, flautista.
«Fueron años hermosos, y nunca imaginamos la posibilidad de un diagnóstico tan cruel», cuenta Jorge. La enfermedad hizo que Eugenia no pudiera tocar más la flauta. «Al principio el camino se hizo muy difícil, sentimos la angustia y desesperación. Pero ella nos enseñó a reconvertir todo eso con arte. Es que cuando no pudo tocar, ella cantó y cuando no pudo cantar, pintó», relata Jorge.
Y cuenta que su novia estaba convencida de que el arte, y la música en particular, era necesaria para quienes padecían alguna dolencia física o algún dolor del alma. Murió a fines de 2011, pero para Jorge, «consiguió sembrar la conciencia de lo que se trataba estar bien, e intentar ser feliz y eso está más vivo que nunca».
«La gente que está en un hospital está pasando una situación límite, están hiper conectados con el presente, y nosotros sentimos una conexión mágica, somos parte de algo colectivo, y la distancia entre músicos y público desaparece», expresó Jorge, quien explicó que con esa misión nació Música para el Alma.
Una anécdota que refleja el significado de este proyecto de músicos fue la experiencia vivida cuando se presentaron en el Hospital Materno Infantil de Salta. En una de salas descascaradas, un nene lloraba desconsoladamente. «Le toqué el elefante trompita con el chelo y sonrió, después la melodía del payaso Plin Plin, y se rió a carcajadas», recuerda Jorge.
La orquesta también se presentó en el hospital de Niños de La Plata. El show se realizó con músicos locales que tocaron en la planta baja, y luego en el pabellón de Oncología y en el de traumatología. Una de las obras que sonaron fue la polka «pizzicatto» de Johan Strauss.
Allí, en primera fila, había varios nenes y nenas en sillas de ruedas. Jorge les explicó cómo funcionaban los violines, y violonchelos, y que a pesar de no estar enchufados a nada, producían un gran sonido. Nicolás Favero, otro de los músicos voluntarios y primer violín, se acercó a uno de estos niños y le explicó cómo tocar una nota con su dedo. «Hubo una ovación para él y fue mágico», recordó Favero.
Hace un mes, Jorge recibió el mail de una voluntaria del hospital de niños Gutiérrez, donde un día surgió ir a tocar para dos nenas con cáncer de huesos y leucemia. «Acá van las fotitos, espero te gusten. De más está decirte que a Karen la motivaste para comenzar, en algún momento, a estudiar música», decía el mail y seguía, «Ambas están muy bien, ya de alta y con controles mensuales solamente, gracias a Dios!! están tan lindas, con su pelito ya creciendo, volviendo a su peso de a poquito, ambas en el cole con sus amiguitos, todo acomodándose. Gracias».
El grupo de Minimúsicos (Mini MPA)
El grupo reúne a un grupo de chicos que, ya desde temprana edad, participan de conciertos solidarios en diferentes instituciones, llevando en forma gratuita solidaria e independiente música a personas que por su situación de vida no suelen tener acceso a música en vivo. Todos aquellos que quieran inscribir a sus hijos o conozcan chicos que les interese participar de esta iniciativa para músicos menores de 18 años, deberán hacerlo a través de un padre o tutor a cargo del menor enviando un mail a minimpabsas@gmail.com