En el país unas 100 mil personas fallecen cada año a causa de alguna enfermedad cardiovascular; y la hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo. Los valores normales de presión arterial corresponden a cifras de entre 120 de máxima y 80 de mínima y que por encima de 140/90 es hipertensión. Desde la comunidad médica instan a prevenir esta enfermedad silenciosa que afecta a más del 30% de la población a nivel local y que puede causar daño renal, accidentes cerebrovasculares (ACV) y demencia vascular.
La hipertensión arterial sigue siendo la primera causa de mortalidad prematura en la Argentina y en el mundo. A nivel global, se estima que mueren unas 10 millones de personas al año por no tener su presión controlada. En Argentina, en tanto, anualmente unas 100 mil personas fallecen a causa de alguna enfermedad cardiovascular, de las cuales un tercio no tenía su presión arterial controlada.
El Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora el 17 de mayo, se inauguró por primera vez en mayo de 2005 y desde entonces se ha convertido en un evento anual. El objetivo principal detrás de la celebración de esta fecha es promover la conciencia pública sobre la hipertensión y alentar a los ciudadanos de todos los países a prevenir y controlar este asesino silencioso. A ese respecto, desde la comunidad médica advierten sobre la importancia de tomarle la presión arterial a los pacientes, de que éstos adhieran al tratamiento y conozcan cuáles son sus valores, y de tener en claro que detectada la enfermedad se debe indicar tratamiento farmacológico más allá de la implementación de hábitos saludables.
“Los valores normales de presión arterial corresponden a presiones entre 120 de máxima y 80 de mínima, esto es el ideal. Ahora bien, se habla de hipertensión cuando los valores están por encima de 140/90 mmHg. Nos quedó una franja en el medio -entre 130 y 140 y entre 80 y 90- esto para algunos especialistas ya es hipertensión, antes se llamaba pre hipertensión, otros la denominan presión arterial limítrofe. El concepto que tiene que quedar claro, es que la presión es extremadamente variable, necesitamos de varias mediciones para sacar un promedio, ese promedio debería estar cercano a 130/80”, explicó el Dr. Marcos Marín, Presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), coordinador de Hipertensión del Hospital Italiano de San Justo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, a nivel global hay unos 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión y que la mayoría de ellos (cerca de dos tercios) vive en países de ingresos bajos y medianos. Según los cálculos de la organización, el 46% de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección. Además, la enfermedad se diagnostica y trata en menos de la mitad de los adultos que la presentan (solo al 42%) y sólo uno de cada cinco adultos hipertensos (el 21%) tiene controlado el problema[8].
A nivel local, de acuerdo a lo indicado por el Dr. Marín, si se analiza la situación de 100 personas hipertensas aproximadamente 40 de éstas no saben que lo son, y de estas 40 que no lo saben probablemente la gran mayoría ni siquiera tenga acceso al sistema de salud.
“Son personas que están bajo la línea de la pobreza, que no llegan a fin de mes y raramente puedan tomarse la presión o tener acceso a la medicación, este es el primer gran problema: la escasez de conocimiento tiene que ver con la falta de acceso al sistema de salud. Luego tenemos un 60% de pacientes que sí bien están bajo tratamiento, la mitad de ellos no tienen su presión arterial bajo control. Finalmente, está el otro tercio, que correspondería a un 25% de las personas que están bien tratadas y controladas; en resumen: sólo 2 de cada 10 personas tienen su presión arterial bien controlada”, subrayó el Dr. Marín.
Para el Dr. Renna, el problema de la hipertensión arterial es una de las grandes deudas de la salud pública a nivel mundial, no sólo por la carga de eventos cardiovasculares a los que lleva sino por el alto grado de discapacidad que genera. “Existe un gran porcentaje de personas que sufren un accidente cerebrovascular (ACV), que quedan con algún grado de discapacidad. Hoy sabemos que el nivel de diagnóstico y control de la hipertensión no es el adecuado, pese a que es uno de los más fáciles para hacer en Medicina: solo necesitamos tomar la presión arterial para realizarlo, además otra falencia es que no ajustamos el tratamiento médico al paciente, contribuyendo así a la inercia médica. Necesitamos tomar la presión arterial para saber cómo está nuestro paciente”, enfatizó.
De acuerdo a los datos de la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, de 2019, la prevalencia de hipertensión arterial por autorreporte en el país ronda el 34%, un valor estable respecto a todas las ediciones anteriores de la ENFR desde 2005. Entre quienes no se conocían hipertensos por autorreporte, el 32% tuvo la presión elevada por mediciones objetivas y entre aquellas personas que se autorreportaron con presión arterial elevada, algo más de la mitad, había hecho algún tratamiento antihipertensivo durante las últimas dos semanas. En resumen, solo 1 de cada 5 pacientes tienen la presión arterial controlada, lo cual da cuenta de la baja tasa de control de la presión arterial en el país, y esto es debido o a tratamiento insuficiente (inercia) o por incumplimiento del régimen terapéutico (adherencia).
“La hipertensión arterial integra el grupo de las enfermedades crónicas no transmisibles, que son aquellas en las que en gran medida la gente puede prevenir o controlar con cambios en el estilo de vida y con adherencia al tratamiento antihipertensivo. En este Día Mundial acompañamos todas las acciones de concientización para ayudar a la población a conocer esta enfermedad, recibir un diagnóstico temprano, y con los debidos controles, mejorar su pronóstico”, sostuvo el Lic. Martín Javier Martínez, Manager para el Cono sur y Cluster Andino de Upjohn una División de Pfizer.
“Para tener un adecuado tratamiento de la hipertensión arterial, hay que controlar al paciente en forma rutinaria y también usar medicación adecuada. Actualmente, el tratamiento indicado para casi el 76% de los pacientes son fármacos combinados entre sí, de esa forma, se alcanzan los objetivos terapéuticos de manera mucho más rápida, con menos eventos adversos o inadecuados y así se previenen todas las consecuencias que genera la hipertensión arterial”, consignó el Dr. Renna.
“Esto está estipulado en las Guías Internacionales, en Argentina se utiliza monoterapia en casi el 80% de los pacientes, un solo comprimido. Si bien existen combinaciones farmacológicas en 1 comprimido, no están disponibles en forma masiva ni cuentan con cobertura del Estado, con lo cual el médico prefiere la monoterapia. Desde las sociedades científicas hacemos hincapié en que al menos utilicen 2 comprimidos para el control de la presión arterial”, agregó el vicepresidente de la SAHA.
“Los dos tratamientos son importantes, la hipertensión no se trata solamente de consumir alimentos con menos sal o salir a caminar, esto es obvio para toda la población, ahora cuando la presión está alta, hay que empezar a tomar alguna medicación para ubicarse en el objetivo terapéutico: tener la presión en 130/80”, aclaró el Dr. Marín. “Visitar periódicamente al médico, conocer los números de presión arterial y hacerse un autocontrol domiciliario se convierte en el primer paso para prevenir y controlar la hipertensión arterial”, concluyó.