Así lo aseguran cada vez más especialistas, quienes destacan que en las últimas tres décadas hubo avances en el conocimiento genético de los tumores, innovando por completo las estrategias de diagnóstico. Esto mejoró el resultado de las terapias y también la calidad de vida de los pacientes.
Los avances científicos y tecnológicos revolucionaron las herramientas de detección y tratamiento en diferentes tipos de tumores. Actualmente, los especialistas aseguran que la palabra cáncer dejó de estar asociada con la muerte, como ocurría a fines del siglo pasado.
“Hoy la palabra cáncer se vincula más a longevidad que a la palabra muerte”, afirmó el doctor Reinaldo Chacón, quien fundó hasta 30 años el Instituto Alexander Fleming (IAF).
En Argentina cada año se registran más de 130 mil nuevos casos, lo que implica una tasa ajustada por edad de 212,4 casos por 100 mil habitantes, según datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan) publicados por el Ministerio de Salud. En tanto, para la Organización Mundial de la Salud (OMS) los casos podrían aumentar casi un 80% hacia 2050.
“En los últimos 30 años hemos atravesado importantes avances en el desarrollo de nuevos tratamientos y en la forma de concebir el enfoque de la enfermedad. Nos movemos hacia una medicina de precisión, en la que cada tratamiento se adapta a cada paciente en particular, considerando tanto la salud física como emocional”, explicó el mastólogo Federico Coló (MN 47917), director médico del IAF.
En tanto, el Dr. Matías Chacón (MN 86697), jefe de Oncología Clínica del IAF, señaló: «La ciencia y la evolución en el conocimiento modificaron estrategias diagnósticas y terapéuticas de pacientes. El envejecimiento es una de las causas más frecuentes del cáncer”.
Y añadió: “Todo este desarrollo impactó positivamente en la evolución de los pacientes con cáncer, alcanzando mayores tasas de cura, preservación de órganos, tiempos más extensos de control de enfermedad avanzada y mejor calidad de vida”.
Los más frecuentes y el camino hacia la cura
En la Argentina, los tres tipos de tumores más frecuentes son el cáncer de mama, el colorrectal y el de pulmón. Entre los tres representan casi el 40% de los 130 mil casos que se detectan cada año en el país, de acuerdo a las últimas estadísticas oficiales.
“En el caso del cáncer de mama, el avance ha sido muy importante tanto en el campo de la cirugía, la genética, las imágenes y la farmacología, minimizando la extensión de las cirugías, identificando grupos de tumores con un comportamiento distinto como los HER2 y los triples negativos, así como los tratamientos específicos con anticuerpos monoclonales que cambiaron la historia tanto de las pacientes con enfermedad localizada como con avanzada”, detalló Chacón.
El mastólogo Coló agregó:”El empleo de quimioterapia neoadyuvante (antes de la cirugía) tuvo un impacto beneficioso en la sobrevida de los pacientes con enfermedad avanzada de cáncer de mama, pero también de ovario y de colon. El desarrollo de nuevas moléculas o terapias target ha permitido mejorar la sobrevida de pacientes con estadios incurables de la enfermedad”.
En el caso del cáncer colorrectal, que tiene la particularidad de afectar casi por igual a hombres y mujeres, también se han dado múltiples avances, desde el diagnóstico precoz al conocimiento genético que señala grupos con cáncer de colon hereditario, además de un potencial beneficio con el uso de la inmunoterapia.
“Otro modelo tumoral que ha cambiado drásticamente en los últimos 10 años es el cáncer de pulmón, donde las terapias dirigidas contra alteraciones genéticas determinadas y la inmunoterapia permiten que los pacientes extiendan las expectativas de control de enfermedad y supervivencia”, acotó Chacón.
.Los avances en cirugías oncológicas
“La cirugía sigue siendo el pilar más importante en el tratamiento del cáncer, en los estadíos iniciales. Sumada a tratamientos previos o posteriores (quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia), permite curar muchos pacientes antes considerados incurables”, planteó el Dr.Eduardo Huertas (MN 44046), Jefe del Departamento de Cirugía del Instituto Alexander Fleming.
“El principal avance en la cirugía oncológica en las últimas décadas es que los cirujanos hemos aprendido a trabajar dentro de un equipo oncológico multidisciplinario con distintos especialistas antes de llevar el paciente al quirófano. Allí se decide si el paciente requiere algún tratamiento antes o después de la cirugía, inclusive si después de los tratamientos todavía necesita cirugía”, sumó el experto.
Además destacó que ya no tienen la necesidad de decidir si un tumor es extirpable en medio de la intervención, sino que actualmente esa decisión se pude tomar previamente analizando los estudios con los imagenólogos en la pantalla del consultorio.
“En cuanto a lo técnico, el desarrollo de instrumental (como suturas mecánicas y engranpadoras) ha facilitado las cirugías. El desarrollo de la laparoscopía -que es repetir los gestos de la cirugía abierta pero a través de pequeños orificios con instrumental específicamente diseñado y con la guía de una cámara- ha permitido internaciones más breves, postoperatorios menos dolorosos y una reintegración social más rápida”, remarcó Huertas.
Un trabajo en equipo
La detección temprana de un tumor hoy es posible en los tipos más frecuentes, lo que en muchos casos permite erradicarlo y curarlo. Los expertos, de todas formas, sostienen que la estrategia más importante sigue siendo la prevención primaria, que contempla tomar acciones a nivel poblacional para evitar el desarrollo de la enfermedad. Principalmente, se basa en reducir el tabaquismo, evitar la exposición a distintos agentes virales (por ejemplo, estimulando la vacunación del HPV), estimular la actividad física y disminuir el sedentarismo y el sobrepeso.
Todo esto conlleva un trabajo en equipo, que excede las labores específicas del oncólogo, y las complementa con la mirada de otros especialistas para enriquecer las estrategias terapéuticas.
“El abordaje multidisciplinario del cáncer produjo un cambio sustancial en el entendimiento de la enfermedad y las posibilidades terapéuticas. Es decir, grupos de expertos en distintas áreas trabajando transversalmente, optimiza el cuidado de los pacientes, siempre en el contexto de un formato educativo continuo, investigación y cooperación. Esta es la fórmula para que las instituciones eleven el nivel de asistencia y competitividad en la región, con el objetivo final y común que es mejorar la vida de los pacientes”, sostuvo Chacón.
“En IAF, estamos convencidos de que el abordaje multidisciplinario del paciente oncológico constituye el pilar fundamental del tratamiento. Consolidar un equipo, donde cada especialidad juega un rol fundamental constituye nuestro desafío cotidiano, pero que sin duda, brinda los mejores resultados”, concluyó Coló.