El número de casos llegó a casi cuadruplicarse con respecto a la semana anterior. Este fenómeno no se traduce en este momento en un aumento de las hospitalizaciones. Las autoridades sanitarias de todo el país han consensuado que las personas pueden asistir por demanda espontánea a todos los vacunatorios del país para recibir las aplicaciones correspondientes. Para sostener esta situación las jurisdicciones cuentan con suficientes dosis distribuidas por el gobierno nacional para completar esquemas y administrar refuerzos.
El Ministerio de Salud de la Nación informa que el aumento sostenido de casos de SARS-CoV-2 esta semana llegó a un total de 12.609 casos confirmados, un número casi cuatro veces superior al de la semana pasada en que la cantidad de positivos ascendió a 3.323. Se ha registrado un aumento de casos en 23 de las 24 jurisdicciones del país y el 89% de los mismos se registran en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y provincia de Buenos Aires. Este aumento de casos se produce en el contexto de circulación de otros virus respiratorios.
Los actuales niveles de casos distan de asemejarse a los atravesados en el pico de la pandemia, momento en el cual hubo valores muy superiores. Al momento estos números no ponen en riesgo la capacidad de respuesta del sistema de salud. A la fecha, la ocupación de camas de terapia intensiva (UTI) es de 247, un equivalente al 41 por ciento del total de disponibilidad de las UTI.
Sin embargo, la cartera sanitaria nacional recomienda que todas aquellas personas cuya última dosis de vacuna de refuerzo hubiere sido aplicada hace 4 meses o más, asistan al vacunatorio más cercano para aplicarse los refuerzos correspondientes. Esta recomendación se enfatiza muy especialmente en mayores de 50 años y personas con factores de riesgo.
En esa línea, las autoridades de las carteras sanitarias de todo el país, reunidas en el Consejo Federal de Salud (COFESA) del pasado mes de octubre, acordaron habilitar la aplicación del tercer refuerzo de la vacuna contra COVID-19 para quienes hubieren recibido el segundo en un lapso mayor o igual a 120 días. Se consensuó avanzar con el tercer refuerzo priorizando:
• Personas mayores de 50 años y todas las personas de 18 años o más con condiciones de riesgo.
•Poblaciones especiales: personas que residan, trabajen o asistan a ámbitos que por las características propias presentan mayor riesgo de transmisión o generación de brotes (instituciones carcelarias, instituciones de salud, centros con personas institucionalizadas, personas que trabajen o presten cuidado a personas vulnerables).
• Personal estratégico: personal de salud, Fuerzas de Seguridad, entre otras.
Para luego avanzar con la vacunación del resto de la población, de todas las franjas etarias, que hubieren recibido su último refuerzo en un lapso mayor o igual a 4 meses.
La fundamentación de esta decisión fue la evidencia disponible sobre el comportamiento del virus SARS-CoV-2 sin estacionalidad clara en su circulación, los aumentos de casos durante el verano en el hemisferio Norte, y adicionalmente, que ya habían transcurrido más de 6 meses de la habilitación del segundo refuerzo. Todo esto se suma a los beneficios demostrados por las vacunas contra COVID-19 para evitar complicaciones, internaciones y muertes, en especial en las personas de 50 años y mayores, y otros grupos etarios con condiciones de riesgo.
En ese sentido, Juan Manuel Castelli, subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación sostuvo que “en sucesivas instancias durante los últimos dos meses, hemos comunicado la importancia de la aplicación de refuerzos para sostener una respuesta inmunológica adecuada. El beneficio que han producido las vacunas es claro ante la ocurrencia de aumentos de casos. En este escenario, la evidencia científica es categórica, las vacunas hacen la diferencia y nos protegen de las complicaciones que puede producir el COVID-19”.
Es importante recordar que todas las jurisdicciones cuentan con dosis suficientes para completar esquemas de vacunación y aplicar los refuerzos correspondientes. A su vez, las personas pueden asistir a los vacunatorios de forma espontánea para recibir su dosis.
Argentina lleva aplicadas hasta el momento 110.686.150 de dosis; hay 41.054.394 de personas con esquema iniciado y 37.907.790 con esquema completo. Las personas con primer refuerzo son 21.848.529; quienes se aplicaron segundo refuerzo ascienden a 6.383.721 y con tercer refuerzo 331.582.
Cómo actuar ante la aparición de síntomas compatibles con COVID-19
Los síntomas compatibles con COVID-19 son: fiebre (37,5°C o más); tos; dolor de garganta; dificultad para respirar; dolor de cabeza; dolor muscular; diarrea o vómitos; rinitis o congestión nasal; pérdida del gusto o del olfato. Ante la presencia de síntomas, la cartera sanitaria nacional recomienda a las personas de 50 años o más, o bien a aquellas que presentan factores de riesgo, realizar una consulta al sistema de salud de modo tal de realizar una prueba para determinar si los síntomas son de COVID-19 y recibir indicaciones médicas acordes a los resultados.
No se debe asistir a actividades laborales, educativas o lugares públicos durante el período sintomático, a fin de disminuir la transmisión de virus respiratorios. Esta recomendación se establece independientemente de contar o no con un diagnóstico etiológico (caso confirmado por PCR o antígeno).
Para prevenir el contagio se debe fortalecer la implementación de aquellas medidas que son eficaces para disminuir el riesgo de transmisión de los virus respiratorios: lavado frecuente de manos o higiene de las mismas con soluciones a base de alcohol; asegurar la adecuada ventilación de los ambientes; no acudir a actividades laborales, educativas o lugares públicos ante la presencia de síntomas; uso adecuado de barbijo en espacios interiores.
Ante la confirmación diagnóstica de COVID-19 se deberá extremar las medidas de prevención durante 10 días (uso adecuado de barbijo, ventilación adecuada de ambientes, lavado de manos e higiene respiratoria) y se deberá evitar el contacto con personas vulnerables; no se debe acudir a actividades laborales, educativas, sociales o lugares públicos durante período sintomático o durante 5 días desde la fecha del diagnóstico para casos confirmados de COVID-19 asintomáticos.