«Existen evidencias robustas de que es posible la transmisión del SARS-CoV-2 a través del aire». Esa es la conclusión a la que un grupo de expertos compuestos por científicos del Departamento de Virología del Centro Médico de la Universidad Erasmus y el Laboratorio de Ciencia Animal del mismo centro en Róterdam (Países Bajos) ha llegado tras poner en marcha un experimento con hurones, que recoge la revista especializada Nature.
Las evidencias de este trabajo llegan poco después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya puesto el foco en la posible transmisión por aire del coronavirus tras el aumento de casos después de que se hayan relajado las medidas de contención.
En el experimento, el grupo de expertos contagió a través de las vías nasales a varios hurones con una muestra de SARS-CoV-2 de un turista alemán que dio positivo por coronavirus tras un viaje a China.
Seis horas después de la exposición al virus, los científicos colocaron a los hurones en jaulas junto a otro que no estaba contagiado. Al día siguiente, en una jaula adyacente y separada por 10 centímetros, introdujeron a otro hurón que tampoco había sido expuesto a la cepa. Cada jaula contaba con una rejilla de acero que permitía que corriese el aire para limitar la posibilidad de contagio del virus únicamente a la transmisión aérea.
Así, en una jaula estaba el hurón sin contacto con otros animales, y en la otra dos hurones. Uno que había sido contagiado con el virus y otro que mantendría contacto directo con él.
«Para evitar contaminación cruzada, tomamos muestras en días alternos de hisopos de la garganta y de vías nasales y rectales de cada hurón», explican en el artículo de Nature.
Los resultados del experimento revelaron que los hurones que habían mantenido contacto directo con los que estaban contagiados entre 1 y 3 días después de haber sido expuestos al virus. La novedad llegó al comprobar que aquellos animales que habían estado en una jaula independiente, pero que habían respirado el mismo aire, también se habían contagiado.
«Mientras que los que fueron inoculados con una alta dosis virus, los hurones que tuvieron contacto directo o indirecto con ellos tuvieron una exposición más baja. A pesar de esto, el patrón de contagio que muestran todos los hurones es similar», exponen estos expertos.
Si bien el estudio busca demostrar si la transmisión aérea es posible, este grupo de científicos destaca que su trabajo no puede clarificar si el contagio fue por aerosoles, microgotas o por ambos. Sin embargo, sostienen que sí confirma que microgotas contaminadas pueden contagiar a alguien sano a través del aire.
«Nuestro experimento no permite evaluar si el SARS-CoV-2 se transmitió por vía aérea a través de gotitas, aerosoles, o ambos debido a que el hurón contagiado y el que tuvo contacto indirecto estaban en jaulas separadas», matizaron. «Nuestro estudio ofrece la información adicional de que las partículas de SARS-CoV-2 pueden ser expulsadas y tras estar en el aire infectar», explicaron.
«En este estudio proporcionamos la primera evidencia experimental de que el SARS-CoV-2 puede transmitirse a través del aire entre hurones, como un modelo de transmisión entre humanos», concluyeron.
«Este estudio muestra que existen evidencias robustas de que es posible la transmisión del SARS-CoV-2 a través del aire, lo que refuerza la importancia de las medidas de distancia social que han aplicado numerosos países», sentencia el estudio.