Dra. Virginia Prieto: “La alimentación del paciente con diabetes es la que deberíamos consumir todos”

En diálogo con Noticias de Salud Radio, la médica diabetóloga explicó que las personas con diabetes en realidad comen más saludable y se sienten mucho mejor que aquel que cree que está sano y come de todo. Además, la especialista alertó sobre la prediabetes, un estado de salud en el cual los niveles de azúcar en sangre están elevados, pero no llegan a ser diabetes. Se trata de un cuadro que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.

“Hay mucho mito en las comidas del paciente con diabetes, porque en realidad es la alimentación que deberíamos consumir todos. En líneas generales quienes tienen esta enfermedad no pueden comer excesos de grasa saturada, de sal, harinas refinadas y ultraprocesados. Estos pacientes comen más naturalmente, más saludablemente y se sienten mucho mejor que aquel que cree que está sano y come todo lo que no debe”, dimensionó la Dra. Virginia Prieto, Jefa del Servicio de Nutrición y Diabetología del Hospital Central de San Isidro.

Sobre el aumento sostenido de niños y adolescentes con diabetes tipo 2, la especialista, explicó: “Por distintas razones son más sedentarios que en otras épocas. El acceso a la tecnología, pantallas, cierto temor por inseguridad, son algunos de los factores que hacen que el chico esté más confinado a estar quieto jugando. Por eso, es clave los niños hagan actividad física regular”.

Y aconsejó: “Hay que poner vegetales y frutas en la mesa para que los chicos las vean. Si no las ve y en la casa nadie las come nunca implementará ese hábito. Es clave instruirlos desde chicos en todo lo que es alimentación saludable”.

En tal sentido, Prieto sostuvo que “lo ideal sería que consuman al menos cinco porciones de vegetales por día. Pero bueno, en la encuesta nacional de factores de riesgo, daba 2 por día promedio, por lo que aún estamos lejos de la alimentación saludable en niños”.

La Dra. Virginia Prieto es miembro de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) y Docente asociada de Nutrición en la UBA.

-¿Cómo se diagnostica la diabetes?

– Por la medición de azúcar en sangre (glucemia). Cuando los valores de glucemia superan determinado índice se hace el diagnostico de diabetes. La podemos diagnosticar por la glucemia de ayuno (laboratorio con ocho horas de ayuno y sacarse sangre). También hay otros métodos como la prueba oral de tolerancia a la glucosa (extracciones). Ese aumento de azúcar en sangre compromete el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas, grasas, por eso decimos que la diabetes es plurimetabólica.

– ¿Cuál es la diferencia entre diabetes tipo 1 y tipo 2?
– La tipo 1 es una enfermedad autoinmune. En algún momento de la vida el organismo deja de reconocer como propia alguna estructura, por ejemplo, las células que segregan insulina. Entonces, el organismo lo toma como algo extraño, generando anticuerpos contra esas células y con el tiempo destruye las células del páncreas que son las que, justamente, segregan insulina. Así es como el paciente en un lapso breve de tiempo queda sin producción propia de esta hormona.

– ¿A quiénes afecta la diabetes tipo 1?
– Suele afectar a niños (a veces desde el nacimiento), lactantes, primera y segunda infancia, adolescentes y adultos jóvenes. Como el paciente queda sin producción propia de insulina necesita inyectársela para lograr un buen control de esta enfermedad. Por ahora el tratamiento es ese, aunque hay muchísima investigación y tal vez más adelante podamos decir que existen otras alternativas.

– ¿En la diabetes tipo 2 hay predisposición genética?
– Sí, por eso, en la familia suele haber más de un diabético y frecuentemente se asocia a la obesidad. La característica es que aparece en edades más grandes (40 años). Lamentablemente, la prevalencia de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes actualmente es mucho mayor. Esto tiene que ver con el estilo de vida, la alimentación, el sedentarismo; entre otras comorbilidades como por ejemplo la hipertensión, el colesterol y triglicéridos altos. Ahora los niños tienen comidas mucho más hipercalóricas, hiperhidrocarbonadas, grasa saturada y por distintas razones son más sedentarios que en otras épocas. El acceso a la tecnología, pantallas, cierto temor por inseguridad, son algunos de los factores que hacen que el chico esté más confinado a estar quieto jugando. Ese estilo de vida que no es saludable a lo largo de los años expone, entre otros riesgos, a la diabetes 2. Asimismo, todo está muy relacionado con la patología llamada síndrome metabólico que padecen el 90% de los diabéticos.

– ¿Cuándo iniciaste tu especialidad era poco frecuente la diabetes tipo 2 en jóvenes?
– Exacto. Cuando llegaba un chico joven al consultorio era por diabetes tipo 1, la autoinmune, la que suele empezar en los más chicos. Ahora eso ha cambiado bastante. Aún en los servicios de pediatría ha crecido la diabetes 2 por el estilo de vida sedentario. Por eso, es fundamental mantener una actividad física regular e implementar en los chicos una alimentación más variada. Hay que poner vegetales y frutas en la mesa. Si el chico no las ve y nadie las come en la casa él niño tampoco lo hará. Entonces, hay que instruirlos desde chicos en todo lo que es alimentación saludable. Lo ideal sería que consuman al menos cinco porciones de vegetales por día. Pero bueno, en la encuesta nacional de factores de riesgo, daba 2 por día promedio, por lo que aún estamos lejos de la alimentación saludable en niños.

«La diabetes es crónica no por gravedad, sino porque una vez diagnosticada no se cura. Sin embargo, el paciente puede tener un excelente control y lograr valores casi normales de glucemia».

– ¿Qué es la prediabetes?
– Cuando se diagnostica diabetes (dos glucemias con valores iguales o mayores a 126) previamente sobre todo en la tipo 2 el paciente lleva un tiempo en el cual no está funcionando bien metabólicamente. La célula que produce insulina está afectada y lentamente va expresando su problema, pos eso, es clave actuar antes que aparezca la enfermedad. En ese sentido, hay un grupo de pacientes, cuyo análisis no es normal, pero tampoco tiene valores que lleguen a diabetes: ese se intermedio se llama prediabetes o disglucemias. El riesgo de esos pacientes es que tienen mucha mayor posibilidad de desarrollar diabetes si no hacemos nada. Y además tienen igual riesgo cardiovascular que si tuvieran diabetes. Entonces, empezando a trabajar desde esa etapa podemos llevarlo a la normalidad, porque ellos sí pueden revertir estos valores, la idea es que no se diabeticen y además evitarles alguna patología cardiovascular que lamentablemente produce más mortalidad en nuestro país y en el mundo.

– ¿Cuáles son las manifestaciones evolutivas de la diabetes?
– Por un lado, están las macrovasculares, es decir, las que perjudican a grandes arterias y hay afecciones del corazón (infarto) o síndrome coronario, donde las arterias del corazón se empiezan a engrosar y se puedan tapar, evitando que llegue oxígeno al corazón. Eso es un infarto. Asimismo, los problemas vasculares en las arterias que van al cerebro se empiezan a engrosar, se tapan con placas que llamamos de ateroma, que tienen colesterol, que tienen calcio. El tercer gran territorio macrovascular son los miembros inferiores, donde las arterias de las piernas se ponen más gruesas, se tapan y al no haber circulación en una pierna es gravísimo, porque se puede perder un miembro (amputación). En cuanto a las manifestaciones microvasculares toma pequeñitos vasos de varios órganos como la retina, eso es la retinopatía diabética; en los riñones se llama nefropatía diabética y los nervios periféricos, que son cablecitos que nos llevan la sensibilidad y los estímulos hasta los dedos del pie. Eso se llama neuropatía diabética que de ser avanzada y grave produce úlceras y puede producir amputaciones también.

– Quien no llevaba una dieta saludable debe ser difícil privarse de ciertos alimentos
– Para cualquiera es un impacto emocional saber que uno ahora es portador de una enfermedad que por el momento no tiene curación. Pero lo importante es que tenemos buenas noticias, porque primero tiene tratamiento y segundo no es complicado hacerlo. Además, el conocimiento sobre esta enfermedad no para de crecer. Con respecto a las comidas, hay mucho mito con eso, porque la alimentación saludable del paciente con diabetes es la que deberíamos consumir todos. En líneas generales quienes tienen esta enfermedad no pueden comer excesos de grasa saturada, de sal, harinas refinadas y ultraprocesados. Deben aprender a elegir qué cosas de la industria alimentaria les conviene. En realidad estos pacientes comen más naturalmente más saludablemente y se sienten mucho mejor que aquel que cree que está sano y come todo lo que no debe.

EPIDEMIAS DEL SICLO XXI. La diabetes tipo 2 y la obesidad son enfermedades crónicas no transmisibles, es decir, no son contagiosas, aunque sí puede existir susceptibilidad genética.

– ¿Qué le pasa al organismo cuando el paciente come lo que no debería comer?
– Como tiene diabetes no puede regular esos nutrientes que consume, porque no tiene insulina, esa hormona que tiene una gran acción metabólica. Es decir, la insulina es una llave para que lleguen nutrientes a la sangre. Es una llave que abre puertas de células para que la glucosa entre y haga su trabajo. La insulina también trabaja con las grasas y proteínas. Pero sucede que como no tiene insulina o la que tiene no le sirve como para hacer ese trabajo (insulina resistencia) entonces la glucosa se queda viajando en la sangre mucho tiempo y no termina de entrar a hacer su trabajo. Esa glucosa alta es un latigazo para el organismo, porque va viajando por la sangre por todo el organismo y va dañando las arterias, Lo que le pasa es que la azúcar le sube y no lo puede manejar solo, porque su propia insulina no lo puede hacer. Su propia insulina no lo puede hacer. Ese azúcar que se mantuvo alto en la sangre es el daño posterior. Algo que quiero aclarar es que no es que nunca jamás un paciente con diabetes va a ir a una reunión y va a comer alguna cosa diferente de la de todos los días.

– ¿Puede tener “permitidos” en las comidas?
– Primero debe ordenar su tratamiento, es decir, bajar de peso, aprender a alimentarse y sí o sí hacer actividad física. Entonces, el día que ese paciente tenga una reunión le enseñamos cómo manejarse y qué elegir. Todo pasa por la cantidad, calidad y frecuencia. O sea, podría tener una especie de permitido si hay una base sólida de control. Para eso está la educación diabetológica, que es una herramienta fundamental del tratamiento. Nutrición y diabetes van de la mano.

– Hay una tendencia a tomar suplementos. Si un paciente diabético toma Omega 3, por ejemplo, ¿lo beneficia?
– En el caso de omega-3 son ácidos grasos nobles y protectores. Pero no necesariamente tiene que ser a través de un comprimido. Hay alimentos que tienen bastantes cantidades de omega-3. La suplementación se debe decidir individualmente con cada paciente. No es para todos igual, porque dependerá del perfil lipídico, entre otros factores.

– ¿Una persona vegana o vegetariana tendría menos riesgo de contraer diabetes o no?
– No necesariamente. Los fundamentalismos en nutrición nunca son útiles. Si una persona por convicción o la razón que fuere quiere descartar alimentos de origen animal; desde la nutrición podemos armar un plan de alimentación que sea completo para que no tenga carencias y tenga una vida saludable. Sin embargo, algunas veces encontramos casos en los cuales el vegetarianismo está puesto en una gran cantidad de hidratos de carbono, por ejemplo: consumir muchos fideos y harinas, porque es de origen vegetal; pero no significa que va a prevenir alguna enfermedad. Es más, hay en mucha veces tienen sobrepeso asociado, por eso, no siempre veganismo y vegetarianismo se asocia a una alimentación tan saludable. En esos casos, es conveniente sentarse con el especialista y conversar un poco para entender de dónde deben sacar cada nutriente y qué es lo que más conviene en su alimentación.

– ¿Creés que sirvió colocar sellos en los ultraprocesados?
– La verdad es que desde el mundo de los nutricionistas deseábamos que eso existiera, para poner en evidencia qué es lo que estás eligiendo de la góndola. Sin embargo, la realidad es que no ha cambiado tanto la conducta alimentaria. Al principio a lo mejor generó un poco de preocupación, pero ahora se siguen consumiendo y los sellos no se miran tanto. Por eso, es clave continuar con las campañas de educación alimentaria, explicar el porqué de los sellos y por qué tratamos de evitar ciertos alimentos. Insisto con estas tres palabras: cantidad, calidad y frecuencia. Esto quiere decir que no es que nunca vas a comer la galletita que te gusta; el tema es cuántas, con qué frecuencia ¿todos los días? Mejor sería una vez por semana o cada 15 días. O una vez por semana o a lo mejor una vez a 15 días. No sirve ser sumamente restrictivo porque es insostenible en el tiempo. Al que le prohibimos todo, jamás va a sostener un plan alimentario saludable.

– ¿Qué es la retinopatía diabética?
– La retinopatía entra en lo que llamamos la microangiopatía del diabético. En la retina, capa o membrana del ojo donde se forma la visión, hay pequeños vasos que cuando el azúcar pasa alto una, dos y decenas de veces provoca un daño en la estructura de los pequeños vasos, que empiezan a ponerse más permeables. Todo esto a la larga puede llevar a la ceguera. La idea es prevenir la retinopatía y que no es más que la manifestación del azúcar alto en sangre. En el ojo del paciente diabético pasan muchas cosas. Un paciente diabético posiblemente tenga más riesgo de tener catarata; porque el azúcar alto le empaña la lente (cristalino). Es como una lente transparente que acomodamos para ver de cerca, para ver de lejos, esa lente se pone opaca cuando le pasa azúcar y azúcar y azúcar. También puede haber glaucoma en un diabético que es aumento de la presión en el ojo. Por eso es tan importante realizar la consulta oftalmológica una vez al año.

En 1921, el profesor de la Universidad de Toronto (Canadá) Frederick Banting (derecha) descubrió, junto con su alumno Charles Best (izquierda) la insulina, Banting recibió el Premio Nobel por este hallazgo.

– ¿Cuáles son las nuevas medicaciones para pacientes con diabetes?
– Durante muchos años los médicos solo teníamos insulina y dos tipos de fármaco y nada más. Hace no tan poco tiempo empezaron a aparecer otras moléculas que tienen muchos beneficios. Además de ayudar a bajar la glucemia del paciente diabético, por distintos mecanismos actúan, pero además hay un grupo que actúa fundamentalmente distribuyendo el apetito, que en el diabético con obesidad, eso es una herramienta utilísima porque lo ayuda a este descenso de peso que le pedimos. La mayoría de ellas son inyectables; aunque recientemente se presentó una de ellas que es por vía oral, o sea que cada vez las cosas van avanzando más. Tienen la ventaja de que además de que ayuda a bajar de peso y además ayuda a mejorar la glucemia, son protectores cardiovasculares y renales, que son estos órganos vulnerables del paciente con diabetes. Entonces es todo un camino diferente que empezamos a recorrer. El otro grupo es por vía oral, tienen distinto mecanismo de acción, pero también lo que se ha logrado es pudieron demostrar en estudios de investigación que protegen el aparato cardiovascular y los riñones del paciente con diabetes. Es un avance inmenso.

Dra. Virginia Prieto en Noticias de Salud Radio.

– ¿Por qué elegiste esta especialidad?
– Siempre me gustó mucho metabolismo. Desde el segundo año de la Facultad me iba muy bien en química biológica, donde veíamos el metabolismo motor y me resultaba sencillo cuando a muchos compañeros no. Desde ahí todo lo que fue el conocimiento y la investigación de las enfermedades metabólicas siempre me entusiasmaron mucho. Así, fui avanzando en la carrera, me involucré con la nutrición y después la Diabetología. Es fascinante por todo lo bueno que uno puede hacer siempre y cuando el paciente escuche y siga las indicaciones médicas.

 

“it-consult"
Framintrol

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