Noticias de Salud Radio entrevistó al Dr. Luciano Miranda, secretario de Salud del Municipio de San Martín. Pese al aumento de casos afirmó que lo peor de la pandemia ya pasó. Destacó cómo se fortaleció el sistema de salud del municipio con la creación del centro de Telemedicina, la duplicación de camas de terapia intensiva y el nuevo laboratorio de biología molecular en el Hospital Thompson, donde se analizan test de Covid-19 obteniendo resultados en menos de 24 horas. Con una visión optimista, el Dr, Miranda explicó: “Hoy tenemos la posibilidad de poder hacerle frente a una eventual segunda ola con vacunas, algo cambia totalmente el escenario”.
-Desde el martes 29 de diciembre empezó la vacunación con la Sputnik V al personal de salud. ¿Cuál es el balance?
-Las vacunas llegaron a los dos hospitales provinciales que están dentro del Municipio de San Martín (Eva Perón y El Belgrano). Allí acudieron personal de salud de terapias intensivas, enfermería y maestranza que se desempeñan en el Hospital Municipal Diego Thompson; en los dos hospitales provinciales; y los cuatro sanatorios y clínicas privadas del distrito. Calculamos que en las próximas semanas estarán todos inmunizados.
-¿Qué efectos adversos produjo la vacuna rusa?
-En la mayoría de los casos los efectos adversos son leves. No hemos tenido conocimiento de ninguna reacción adversa importante más allá de algunas molestias, un poco de fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular.
-La vacuna Sputnik V requiere dos dosis. ¿Tienen información de cuándo llegaría la segunda?
-Justo hoy (7/1) desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires nos dijeron que entre el 17 y el 18 de enero estarían recibiendo el segundo envío de dosis que sería de 6 millones.
vacuna rusa: «En la mayoría de los casos los efectos adversos son muy leves»
-Durante la pandemia crearon un nuevo laboratorio municipal en el Hospital Thompson.
-Así es. Durante la pandemia (julio) incorporamos un laboratorio de biología molecular con la colaboración, supervisión y acompañamiento del personal de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Allí, se analizan test de Covid-19 obteniendo resultados en menos de 24 horas; y es más rápido que el análisis PCR tradicional. Se acelera más o menos a la mitad del tiempo y así ahorramos cuatro horas de estudio y en un promedio de cuatro tenemos el resultado. Siempre se procesan de a muchas muestras diarias y esto nos ha permitido no depender tanto de otros laboratorios. En San Martín hay cuatro lugares donde se realizan hisopados: El Thompson, los centros locales Fleming y Marengo y el Servicio de Emergencias Médicas (SEM).
-Restringir la circulación nocturna, ¿sirve para frenar los contagios?
-Todo aquello que disminuya la posibilidad de circulación sirve. Lo que también ayuda, siempre es bueno recordarlo, que se cumpla con el distanciamiento, uso de barbijo y lavado frecuente de manos.
¿Por qué se dispararon los casos de coronavirus en el AMBA?
Creemos que hubo una relajación a un nivel que no tuvimos a fines de noviembre ni las primeras semanas de diciembre. Los casos diarios aumentan desde la segunda semana de diciembre. El peor momento en San Martín fue en agosto del año pasado en el cual tuvimos un promedio de 230 casos por día. Habíamos llegado a la última semana de noviembre y primera de diciembre con 35 casos diarios; ahora estamos en 70. Pese a esto, estamos lejos de lo que fue el peor momento (agosto 2020). Lo que está pasando actualmente es un alerta que nos obliga a estar atentos con todos los dispositivos para hacer frente a esa situación.
«Habíamos llegado a la última semana de noviembre y primera de diciembre con 35 casos diarios; ahora estamos en 70. Pese a esto, estamos lejos de lo que fue el peor momento (agosto 2020)»
-¿Los ves muy cansados a los médicos?
-Hay un degaste inevitable aunque el personal siempre tuvo un compromiso enorme y responsabilidad en la atención. Si bien, había una visión optimista tiempo atrás este rebrote genera un cansancio acumulado. Hay que tener en cuenta que aquellos (personal de salud) que tenían pensado vacacionar en marzo (2020) lo suspendieron y tuvieron que afrontar un trabajo en una situación de estrés no vivida antes. Por eso, todo esto provocó la tensión del sistema de salud y, a su vez, generó una gran red de trabajo con otras áreas del Municipio como la de Desarrollo Social, por ejemplo. Asimismo, se creó un centro de telemedicina con personal del área de Tránsito que (capacitados) respondían llamados. Hubo más de 90 mil llamados de seguimiento, es decir, por cada caso positivo había que llamar durante diez días a los contactos para ver si en algún momento tenían síntomas compatibles con covid y en tal caso hisoparlos. Lógicamente, todo esto ha llevado a un nivel de cansancio y estrés.
«Estamos lejos del peor momento que obligó a tener que salir a contratar camas en el sanatorio La Torre de San Martín. Actualmente, nuestro sistema de salud está perfectamente capacitado para dar respuesta»
-¿El sistema de salud del Municipio de San Martín está preparado para hacerle frente a una eventual segunda ola?
-Sí, pudimos hacerle frente a la primera ola. Seguimos a diario algunos indicadores como por ejemplo el porcentaje de camas ocupadas. Estamos lejos del peor momento que obligó a tener que salir a contratar camas en el sanatorio La Torre de San Martín. Actualmente, nuestro sistema de salud está perfectamente capacitado para dar respuesta. Lo que a uno le encantaría obviamente es no tener que vivir otra vez esa etapa.
-Si los casos siguen aumentando, ¿podríamos volver a tener un Asilamiento Social Preventivo y Obligatorio?
-Hay varias ideas que se han barajado para hacer frente a una nueva situación. Entendiendo lo vivido y las consecuencias que ha tenido, la cuarentena fue la medida más adecuada del gobierno nacional en su momento. A lo largo de esos meses de aislamiento a nosotros nos permitió adaptar nuestro sistema de salud y duplicar las camas de terapia intensiva. De no haber logrado eso hubiéramos estado mucho más sobreexigidos en cuanto a capacidad de respuesta sanitaria. Imagino difícil volver a un ASPO por el comportamiento social; pero por otro lado, tenemos la esperanza relativamente cerca que es la vacunación. El objetivo es que pueda llegar a niveles masivos y a los grupos más vulnerables, logrando un nivel de protección que no tuvimos en su momento. Igualmente, la mejor protección hoy por hoy siguen siendo los tres pilares: distanciamiento, uso de tapabocas y lavado de manos.
-En general ¿se está testeando lo suficiente?
-Nosotros nos manejamos acorde al protocolo de Nación y Provincia. Y es muy claro: se testea a las personas que son sintomáticas. A medida que avanzó la pandemia los protocolos se actualizaron como el tema de nexo epidemiológico. Es decir, si yo convivo con una persona y hace tres días se hisopó y dio positivo y luego yo tengo síntomas no es necesario que a mí me hisopen, porque se considera caso confirmado.
«Hay logros que han llegado y se van a quedar cuando la pandemia termine: el laboratorio de biología molecular del Hospital Thompson o el centro de telemedicina que no existía»
-Circularon muchas noticias falsas en torno a la efectividad de la vacuna rusa
-Uno es respetuoso de la manera en la cual se producen todos los pasos para que una vacuna sea validada científicamente. Y en la medida que se vayan cumpliendo esos pasos o fases correspondientes no hay por qué objetarlos. A nivel mediático con mayor o menor mala intención se puede torcer un poco la información, pero en la medida que se hayan dado la fase 1, 2, ahora estamos en plena fase 3 no hay por qué objetar. Estamos a la espera prontamente de que vengan los resultados para que la vacuna rusa pueda ser usada en mayores de 60 años.
-¿Te dejó algún aprendizaje esta pandemia?
-Muchísimo. Por un lado, en lo laboral es de destacar la conformación de nuevos equipos y la capacidad de respuesta en una situación de mayor exigencia. Por otro lado, hay logros que han llegado y se van a quedar cuando la pandemia termine: el laboratorio de biología molecular del Hospital Thompson o el centro de telemedicina que no existía, con el cual, hemos logrado comprender el nivel de alcance que tiene; además de mejorar la comunicación entre los mismos efectores. Hace un tiempo atrás se hacía difícil que el Estado estuviera presente y en este momento se han podido superar todas las barreras y el Estado está ahí. Obviamente, hay dolor por muchísimas perdidas, pero también se rescatan beneficios.
¿Lo peor de la pandemia está por venir o ya pasó?: «Creo que lo peor ya pasó. Ahora tenemos la posibilidad de una vacuna, algo que nos cambia totalmente el escenario»
-¿Lo peor de la pandemia está por venir o ya pasó?
-Creo que lo peor ya pasó. No soy epidemiólogo soy médico generalista. Uno también se nutre mucho de la información de los países que están adelantados en cuanto al covid. Lo cierto es que en Argentina tenemos la posibilidad de poder hacer frente a esta eventual segunda ola con la llegada de vacunas, algo que nos cambia totalmente el escenario. La pandemia será una variable que podremos analizar una vez pasada la situación; en el medio se hace difícil dar proyecciones certeras y sostenerlas. A la luz de la situación entiendo que tenemos al menos un par de variables: vimos cómo se tensó el sistema de salud; se pudieron adaptar las terapias intensivas; las camas de los hospitales y ahora tenemos la vacuna. Con todo esto tiene que haber algo mejor claramente, no deberíamos estar viviendo una situación peor.