Así lo afirman desde LALCEC que, en el marco del Día Mundial contra el Cáncer (4 de febrero), se suma a una campaña internacional para erradicar falsas ideas sobre esta enfermedad tales como “no es necesario hablar sobre el cáncer”; “no existen signos ni síntomas para detectarlo»; “no se puede hacer nada contra esta enfermedad cáncer”; y “no existe derecho a recibir atención sanitaria”.
“Muchos tumores malignos son curables si se detectan a tiempo», aseveró María Graziella Donnet, presidente de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC). Y explicó que el objetivo del Día Mundial contra el Cáncer es evitar millones de muertes que se pueden prevenir cada año creando una mayor conciencia sobre la enfermedad.
LALCEC, socia de la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC), se suma a la campaña «Desenmascaremos los mitos» que impulsa esta entidad adelante en cientos de países en el marco del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora 4 de febrero.
El cáncer es una de las causas principales de muerte en todo el mundo, con 8.2 millones de fallecimientos en 2012. Sin embargo, un tercio de estas muertes se pueden evitar.
“Con la acción de los gobiernos y las personas de todo el mundo, podríamos implementar campañas eficaces que nos permitan combatir esta epidemia”, opinó Donnet.
El Día Mundial contra la enfermedad de 2014 se basará en el objetivo cinco de la reciente Declaración Mundial sobre el Cáncer: “Erradicación de los mitos y las falsas ideas sobre el cáncer”.
Aquellas creencias erróneas más frecuentes que se registran en gran parte de las comunidades y que la UICC resumió en estos cuatro mitos son:
1) No es necesario hablar sobre el cáncer.
2) No existen signos ni síntomas del cáncer.
3) No se puede hacer nada contra el cáncer.
4) No existe derecho a recibir atención sanitaria para el cáncer.
Para el Dr. Lorusso, director médico de LALCEC, estas falsas percepciones dificultan la detección y tratamiento de la enfermedad, ya que los pacientes suelen sentirse desanimados, derrotados ante la patología, y al no buscar ayuda dejan pasar oportunidades de tratamiento incrementando el riesgo de enfrentar escenarios más complicados. “En cáncer hay mucho por hacer, pero tenemos que hacerlo juntos, como sociedad», sostuvo el médico.
Redes sociales:
Pueden sumarse adhesiones a la campaña ingresando al Facebook de Lalcec Argentina. Allí se encuentran materiales informativos y de prevención para compartir a través de redes sociales. Asimismo, se puede seguir por Twitter la campaña bajo el hashtag #DíaMundialcontraelCancer y #DesenmascararMitosdelCancer o mediante la cuenta de la Fundación @LalcecArgentina.
Día Mundial contra el Cáncer
El Día Mundial contra el Cáncer es una iniciativa de la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) y es una jornada oficial reconocida internacionalmente desde 2005.
La UICC, como encargada de la actividad, tiene la función de coordinar la campaña mundial que constituye la iniciativa anual más importante de concientización pública dedicada al cáncer.
Se conmemora el 4 de febrero de todos los años y el objetivo es evitar millones de muertes a través de una mayor concientización sobre el cáncer en la población general y el llamado a la acción a los gobiernos para que emprendan medidas contra esta enfermedad.
La epidemia mundial de cáncer es de enormes dimensiones y se prevé que vaya en aumento. En 2012 murieron de cáncer 8,2 millones de personas en todo el mundo, cifra que incluye 4 millones de muertes prematuras (personas en edades comprendidas entre los 30 y 69 años).
Si no se toman medidas urgentes para fomentar una mayor conciencia sobre el cáncer y si no se ponen en marcha estrategias globales para abordar esta enfermedad, la previsión es que en 2025 el número de muertes prematuras por cáncer se eleve a la alarmante cifra de 6 millones al año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se podrían salvar un millón y medio de vidas al año si se logra el objetivo de reducción del «25% para 2025» acordado por todos los países en mayo de 2013 en la Asamblea de la OMS celebrada en Ginebra.
Para conseguir este objetivo es necesaria la responsabilidad colectiva de respaldar a los países con ingresos bajos y medios cuyos recursos para hacer frente a esta enfermedad son insuficientes y en los que se prevé el mayor aumento de la carga del cáncer.
Actualmente existe la necesidad urgente de conseguir un compromiso global para establecer planes nacionales exhaustivos de control del cáncer en todos los países.
Mitos sobre el cáncer – Unión Internacional contra el Cáncer (UICC)
Mito 1: No es necesario hablar sobre el cáncer
Aun cuando el cáncer puede ser un tema difícil de tratar, especialmente en determinadas culturas y entornos, abordar la enfermedad abiertamente puede mejorar su evolución a nivel individual, de comunidad y de políticas.
• Hablar sobre el cáncer con la pareja, la familia, los amigos o los compañeros de trabajo puede ayudar a aliviar los sentimientos de miedo, enfado, tristeza, soledad o ansiedad.
• En muchos entornos el cáncer continúa siendo un tema tabú y las personas con cáncer a veces son objeto de una estigmatización y discriminación tales que podrían impedirles procurarse atención médica.
• Inclusive en comunidades altamente participativas, el nivel de conocimientos sobre el cáncer y la disposición para hablar de esta enfermedad con amigos y familiares pueden ser bajos.
• Los grupos de apoyo pueden ofrecer un entorno protector y de acompañamiento para las personas con cáncer y las ayudan a expresar sus sentimientos y reducir la ansiedad y el miedo. Además, proporcionan un espacio seguro en el que puede compartir información sobre las opciones de tratamiento y sus efectos secundarios.
• La reincorporación al trabajo es un paso importante para recuperar la estabilidad, el contacto social y los ingresos. Para los pacientes y las personas que los cuidan, recibir apoyo en el lugar de trabajo puede resultar muy beneficioso. Las empresas que muestran una actitud de apoyo contribuyen a reducir la ansiedad y proporcionar la capacidad y la confianza necesarias para afrontar el cáncer en el trabajo.
• Para muchas personas, el impacto que causa el diagnóstico de cáncer en el bienestar sexual es una de las consecuencias más devastadoras.
• Se estima que para el año 2030 el costo anual del cáncer llegará a los 458 mil millones de dólares.
• La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que un paquete básico de estrategias rentables para tratar los factores de riesgo del cáncer más comunes (el consumo de tabaco y el consumo perjudicial de alcohol, una dieta poco saludable y la inactividad física) costaría solo 2 mil millones de dólares al año.
Mito 2: No existen signos ni síntomas del cáncer
Para muchos tumores malignos existen signos y síntomas de advertencia, y las ventajas de la detección precoz son indiscutibles.
• La concientización es el primer paso hacia la detección precoz y la mejora del pronóstico del cáncer.
• Para muchos cánceres, como el de mama, de cuello uterino, de piel, bucal, colorrectal y determinados cánceres infantiles, los beneficios de la detección precoz son indiscutibles.
• Salvo algunas excepciones, un cáncer en su fase inicial responde mejor a los tratamientos que en sus fases tardías.
• La detección precoz de los signos de advertencia iniciales de algunos tumores malignos tiene especial relevancia en los entornos de bajos recursos (es rentable) y, en algunos casos, no requiere el uso de ningún tipo de tecnología de diagnóstico especializada.
• Para muchos países en desarrollo, disponer de profesionales calificados especializados en el cáncer para diagnosticar y controlar la enfermedad sigue siendo un reto, ya que la mayoría se enfrenta a una escasez pronunciada de oncólogos y de otros especialistas, incluidos los histopatólogos.
• En el caso del cáncer de cuello uterino, los estudios han puesto de manifiesto que inclusive una sola citología entre los 30 y 40 años, puede reducir en un tercio el riesgo de por vida de una mujer de presentarlo.
Mito 3: No puedo hacer nada contra el cáncer
Puede hacerse mucho a nivel individual, de comunidad y de políticas y, con las estrategias correctas, es posible prevenir un tercio de los tumores malignos más comunes.
• Las condiciones y los hábitos de las personas en su vida personal y en el trabajo repercuten en su salud y en su calidad de vida.
• El consumo de tabaco, el factor de riesgo más común, está vinculado al 71% de todas las muertes ocasionadas por cáncer de pulmón y representa al menos un 22% del total de las muertes por cáncer. En función de las tendencias actuales, se estima que el tabaquismo acabará con la vida de mil millones de personas en el siglo XXI.
• El alcohol es un factor de riesgo del cáncer que está estrechamente relacionado con el aumento del riesgo de cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, colon y mama; también puede aumentar el riesgo del cáncer de hígado y de colon en la mujer.
• El sobrepeso y la obesidad también están estrechamente relacionados con el aumento del riesgo de cáncer de colon, mama, útero, páncreas, esófago, riñón y vesícula biliar.
• Existen formas sencillas para que grandes y pequeñas organizaciones creen entornos que protejan y promuevan la salud de sus empleados.
• La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se producen 177 mil muertes de cáncer cada año relacionadas con la exposición laboral a determinados carcinógenos, y que el amianto es la causa de una de cada tres muertes.
• Se estima que las infecciones crónicas son las causantes de aproximadamente un 16% de todos los tumores malignos mundiales y esta cantidad aumenta a casi un 23% en los países en desarrollo.
Mito 4: No tengo derecho a recibir atención sanitaria para el cáncer
Todas las personas tienen derecho a acceder a tratamientos y servicios de atención para el cáncer eficaces y probados, en igualdad de condiciones y sin sufrir dificultades económicas como consecuencia.
• Existe una disparidad en el ámbito del cáncer entre los países desarrollados y los que están en desarrollo que afecta a la mayoría de los tumores malignos.
• Los pacientes que residen en países de bajos ingresos, cuyo cáncer se podría curar en los países desarrollados, sufren a menudo sin ninguna necesidad y mueren debido a la falta de concientización, recursos y acceso a servicios asequibles y de calidad relacionados con el cáncer.
• Más del 85% de las 275 mil mujeres que mueren cada año a consecuencia del cáncer de cuello uterino vivían en países en desarrollo.
• Más del 70% de los 160 mil casos nuevos de cáncer infantil diagnosticados cada año en todo el mundo carecen de acceso a un tratamiento eficaz. El resultado es un índice de supervivencia inaceptablemente bajo (alrededor de un 10%) en algunos países, frente a aproximadamente un 90% en algunos de altos ingresos.
• En muchos casos, la brecha más grande e inaceptable en torno al tratamiento del cáncer se debe a la falta de cuidados paliativos adecuados y la falta de acceso a medicamentos para aliviar el dolor.
• El dolor de casi el 90% de las personas que padecen cáncer, incluidos los niños, se puede controlar con unos pocos medicamentos y, a pesar de ello, muchos países tienen un acceso limitado o nulo a un tratamiento adecuado del dolor.
• La desigualdad en el acceso a los servicios de atención para el cáncer está asociada al nivel socioeconómico, de manera que las poblaciones pobres y vulnerables no pueden permitirse medicamentos costosos, además de tener que enfrentarse a otros obstáculos de acceso, como la distancia a los centros donde poder recibir un tratamiento de calidad.
• Las diferencias de profesión, sexo, grupo étnico y, especialmente, educativas también están vinculadas a los factores de riesgo de cáncer más comunes, por ejemplo, la mala alimentación, el consumo de tabaco, el tabaquismo pasivo y el consumo perjudicial de alcohol, con independencia de la existencia de recursos en su entorno.
• En muchos países, independientemente de la existencia de recursos, la falta de seguro sanitario y otras barreras impiden que las personas consigan acceder incluso a la atención sanitaria básica.
• La cobertura sanitaria universal, para garantizar que todas las personas tengan acceso a los servicios sanitarios sin sufrir dificultades financieras, es un componente fundamental del desarrollo sostenible y de la reducción de la pobreza, y un elemento clave de cualquier esfuerzo por reducir las desigualdades sociales en la evolución clínica de los enfermos de cáncer.