Lo hacen en el predio Puerto Libre de San Isidro, que es el primer lugar en el país donde se practica esta disciplina, que combina gimnasia y baile en su versión Gold (adaptada para la tercera edad).
“Boom boom pon a gozar tu cuerpo con el boom boom, libera tu energía, las cosas malas fuera de tu vida, que suenen las campanas, que a cada día hay que ponerle ganas”, dice la canción de Chayanne que suena a todo volumen desde un parlante en el predio para la tercera edad Puerto Libre.
El tema contagia e invita a los abuelos a sumarse a la clase de zumba gold para sacudir sus cuerpos con ese ritmo alegre.
Zumba es una clase de gimnasia bailada. Gold en inglés significa dorado. “Zumba Gold es zumba adaptado a la tercera edad, la edad de oro”, explicó la prefesora de baile Carina Caluccio.
Durante la clase se bailan diferentes ritmos y se trabajan los músculos, las articulaciones, el sistema cardiovascular y la coordinación. “Es desestresante y crea un clima de felicidad y diversión, que es único”, detalló Caluccio.
La profesora contó que lo mejor de la actividad es que los abuelos hacen gimnasia sin darse cuenta, trabajan la expresión corporal, muestran su costado teatral y liberan endorfinas.
“Dar zumba para la tercera edad es un privilegio. La clase es un ida y vuelta entre profesor y alumnos”, sumó.
Caluccio adelantó que también se implementarán clases de zumba en sillas para gente con limitaciones corporales o que no puedan estar de pie.
“Me gusta todo de zumba. Es una disciplina hermosa que mantiene joven el alma y el cuerpo”, acotó Susana Arquiro, de 78 años.
Marta Caborca confesó que se sumó a la clase porque baila “todo, desde el himno nacional hasta el ritmo que se te ocurra”.
“Las clases de zumba nos renovaron la vida a todos. La profe es divina y mucha gente se está enganchando porque es algo nuevo y distinto; te deja expresarte. Acá hacemos un montón de movimientos corporales nuevos”, afirmó Aurora Tubelio, de 68 años.