Un especialista sostuvo que no están dadas las condiciones para que haya un brote de la infección causada por picaduras de mosquitos como el que se registra en Brasil, aunque días atrás se haya detectado un caso importado en CABA.
«El riesgo de un brote de fiebre amarilla en la Argentina es casi nulo», aseguró a Infobae el Dr. Eduardo López, director de la carrera de especialista en infectología pediátrica de la Facultad de Medicina de la UBA.
El especialista del Hospital de Niños «Ricardo Gutiérrez» señaló que no están dadas las condiciones para que en el país haya un brote de la infección causada por picaduras de mosquitos como el que se registra en Brasil desde junio del año pasado, aunque días atrás se haya detectado un caso importado en la Ciudad de Buenos Aires.
En Brasil hasta el momento se notificaron 409 casos de fiebre amarilla y 118 muertes durante los últimos siete meses. El año pasado la situación había sido peor, con 532 infectados y 166 fallecidos.
Según López, el brote de fiebre amarilla en Brasil está pasando por el ciclo intermedio. Generalmente, empieza en zona selvática, y tarda en llegar a transmitirse en grandes ciudades. «Ahora los casos de Brasil se están dando más en zonas forestadas, con residencias turísticas o cabañas», afirmó.
El mosquito que está transmitiendo la infección es de la especie Haemagogus. No es el mosquito Aedes aegypti, que se conoce más en la Argentina porque también transmite el dengue. «En la Argentina hasta el momento no se ha detectado transmisión de virus de fiebre amarilla en zonas selváticas, ni urbanas», aclaró López.
El caso importado, que fue informado por las carteras de Salud de Nación y de la Ciudad de Buenos Aires, corresponde a un joven argentino de 28 años que estuvo visitando Ilha Grande, en el Estado de Río de Janeiro, e Ilhabela, en el estado de San Pablo, durante la primera quincena de febrero de este año.
Para esas dos zonas de riesgo de transmisión de fiebre amarilla según las autoridades sanitarias locales se requiere vacunación previa, a pesar de que sobre Río de Janeiro hay posiciones encontradas sobre la necesidad de llegar vacunado.
El joven afectado no se había vacunado, y el 12 de febrero empezó a sufrir dolores de espalda, fiebre alta, y dolor de cabeza.
«Cuando volvió de Brasil, ya tenía los síntomas «, señaló López. Consultó en un centro médico privado, y luego fue derivado para internación. Se realizó un estudio molecular de la muestra del paciente en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y se detectó el virus de la fiebre amarilla. Hoy, el paciente está evolucionando bien.
El doctor López no descarta que haya más casos importados de fiebre amarilla en la Argentina: «Como no todos los turistas que van a zonas de riesgo se han vacunado, podrían producirse más casos importados en las próximas semanas. Por esto, es clave que toda persona que haya ido zonas de riesgo de fiebre amarilla de Brasil y que registre fiebre durante los ocho días siguientes al viaje, debe consultar rápido al médico. La detección precoz de la fiebre amarilla permite un mejor control de la enfermedad», advirtió.
Lilian Testón, médica infectóloga (M. N. 87307) y coordinadora del Departamento de Epidemiología de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI) del Centro Stamboulian explicó a Infobae : «Nosotros tuvimos una epidemia de fiebre amarilla hace 170 años, en un Buenos Aires en donde no había condiciones sanitarias. Desde ese entonces no tuvimos más, excepto en la provincia de Misiones, una zona considerada de riesgo por su clima tropical, selvático, parecido a la zona de Brasil. Si se toman todos los recaudos, con este caso no pasa nada, hay que evitar que esta persona propague la fiebre».
«En lo que llevamos del año, aumentaron los casos de manera exponencial en las zonas de riesgo. Obviamente que si la gente viaja a las zonas de riesgo y no se vacuna, puede haber un aumento de casos que sean importados. Lo que hay que hacer es continuar promoviendo la vacunación. El problema es que Brasil no pide el certificado de fiebre amarilla para el ingreso, la gente obvia vacunarse porque no pide el certificado, no son concientes»», alertó en diálogo con Infobae la médica infectóloga Hebe Vázquez (M.N. 58353), coordinadora médica de Vacunas en el Adulto de Helios Salud.
Recomendaciones:
-Si bien no existe un tratamiento específico para esa infección, los pacientes pueden evolucionar bien gracias a medidas de sostén. Los casos más leves deben guardar reposo, tomar paracetamol por prescripción médica, y protegerse de las picaduras de mosquitos.
-En los casos graves, el paciente necesita ser hospitalizado, recibir oxígeno y otras medidas de apoyo, según informó el Ministerio de Salud de la Nación a través de un alerta epidemiológico ayer lunes.
-Es importante que las personas se vacunen 10 días antes de viajar a las zonas de riesgo -Brasil el destino más convocante para los argentinos en este verano- y con una sola dosis si van a visitar localidades de Brasil que son consideradas zonas de riesgo de transmisión de fiebre amarilla.
-En la actualidad, en zona de riesgo se encuentran todo el estado de Espíritu Santo, el estado de Río de Janeiro, el estado de San Pablo, y gran parte del estado de Bahía, incluyendo las ciudades de Salvador de Bahía y Praia do Forte.
-En cambio, no se recomienda la vacunación a quienes viajen a los Estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande Do Sul. Esto vale para quienes se trasladen por tierra o por vía aérea a destinos situados en la costa de estos estados y permanezcan menos de 72 horas en una zona de riesgo como escala de viaje.
Además de vacunarse, según el Ministerio de Salud de la Nación todos los viajeros deben adoptar medidas de prevención de picaduras de mosquitos (repelentes, ropa de mangas largas, colores claros y uniformes, mosquiteros y aire acondicionado en el lugar de hospedaje) y consultar rápidamente al médico ante la aparición de: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas o vómitos. Incluso se puede consultar gratis por teléfono al número 0800-222-1002 (Opción 1).
Ante la presencia de síntomas, la consulta rápida es imprescindible, advirtió Bologna: «Es una enfermedad que, en un porcentaje que puede variar entre un 15 y un 25%, puede tener una evolución más grave y puede ser incluso mortal».
Fuente: Infobae