Científicos del FLENI y del CONICET hallaron una mutación hasta ahora no descrita en una familia con varios miembros que tuvieron un inicio temprano de la enfermedad. El avance será útil para mejorar la detección precoz y el abordaje médico de esta enfermedad que en sus distintas formas afecta a más de medio millón de argentinos.
Más del 90% de los casos de Alzheimer son esporádicos: corresponden a adultos mayores de 65 años que no presentan antecedentes familiares. Sin embargo, existe una pequeña proporción de casos que demuestra un claro patrón hereditario y en los que la patología se manifiesta a edades más tempranas, por lo general entre los 30 y 50 años.
Ahora, los científicos del Instituto de Investigaciones Neurológicas Raúl Carrea (FLENI) estudiaron a una familia argentina en la que varios de sus miembros manifestaban deterioro cognitivo y detectaron una mutación, llamada p.T119I, en uno de los tres genes que ya se habían vinculado con el Alzheimer de aparición temprana: PSEN1, ubicado en el cromosoma 14.
«Es posible que esta variación genética se encuentre en otras familias con Alzheimer hereditario», afirmó el director del estudio, el Dr. Ezequiel Surace, investigador del Laboratorio de Enfermedades Neurodegenerativas (LEN) liderado por el Dr. Gustavo Sevlever en el Departamento de Neuropatología y Biología Molecular del FLENI.
Los científicos hallaron la mutación p.T119I, que no había sido reportada, en un paciente que comenzó con síntomas a los 49 años, en un tío que recién lo hizo a los 71 y en una prima que fue diagnosticada a los 54. «Estos datos demostraron que si bien las mutaciones en el gen PSEN1 son causas mayoritariamente de Alzheimer de comienzo temprano, también pueden serlo del tardío», afirmó el Dr. Surace quien también es investigador del CONICET y jefe de trabajos prácticos en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Los investigadores del FLENI son parte de una iniciativa internacional denominada ‘Red de Alzheimer de herencia dominante’ o DIAN, por sus siglas en inglés, cuyo objetivo es caracterizar familias con variantes hereditarias. «Uno de sus primeros hallazgos fue la confirmación de que las alteraciones cerebrales típicas de la enfermedad comienzan de 15 a 20 años antes del inicio de los síntomas», explicó el Dr. Surace. Sin embargo, todavía se ignora cómo intervenir para frenar el proceso.
«Las familias con Alzheimer de inicio temprano representan un modelo ideal para el estudio de los mecanismos de la enfermedad, los cuales podrían ser extrapolados para posibles tratamientos de casos esporádicos», aseguró el científico, cuyo grupo también está desarrollando modelos experimentales a partir de células derivadas de pacientes «que nos permitirán ahondar acerca de los mecanismos patogénicos de cada mutación».
Del estudio también participaron otros investigadores del CONICET y del FLENI: Tatiana Itzcovich (primera autora), Patricio Chrem-Méndez (primer autor), Silvia Vázquez, Micaela Barbieri-Kennedy, Matías Niikado, Horacio Martinetto, Gustavo Sevlever y Ricardo Allegri.