En el marco del Día Mundial del ACV, especialistas del Hospital Central de San Isidro afirman que reconocer los síntomas y buscar atención médica inmediata reducen las secuelas. El accidente cerebro vascular se puede prevenir con conductas saludables.
Aprender a reconocer los síntomas y buscar atención inmediata tras un accidente cerebro vascular es clave para reducir las secuelas. La misma importancia tiene conocer los factores de riesgo, ya que con una conducta saludable se puede prevenir esta enfermedad afirman especialistas del Hospital Central de San Isidro.
“En el ACV se interrumpe el flujo de sangre que va hacia una parte del cerebro, dando síntomas como adormecimiento de una parte o la mitad del cuerpo; parálisis de la mitad del cuerpo, problemas para hablar, o sea, para emitir o comprender el lenguaje hablado o escrito; además de problemas en la visión, trastornos del equilibrio y en la marcha, entre otros”, explicó el médico neurólogo Alberto Mauriño. (Ver factores de riesgo y síntomas).
Hay dos tipos de ACV, el isquémico (el más frecuente) ocurre cuando se ocluye un vaso sanguíneo del cerebro por un coágulo o un trombo; siendo la hipertensión arterial el principal factor de riesgo. El otro tipo de ACV, el hemorrágico, sucede cuando se rompe un vaso sanguíneo y se produce un hematoma en el tejido cerebral.
“Es importante saber que un ACV siempre es una emergencia. Cuanto más prematuro sea el diagnóstico y tratamiento, menores serán las secuelas y discapacidades y/o mortalidad”, advirtió el especialista sobre esta enfermedad que representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos.
FACTORES DE RIESGO:
1. Hipertensión arterial. Principal factor de riesgo que se incrementa con la edad por la rigidez de la pared arterial.
2. Enfermedades cardiacas. Enfermedades de arterias coronarias, arritmias y enfermedad valvular del corazón. La fibrilación auricular es el principal factor de riesgo.
3. Diabetes.
4. Colesterol elevado. Es bien conocido como factor de riesgo de enfermedad coronaria quizás no tanto de ACV pero se demostró una reducción del 29 % del riesgo de ACV en pacientes tratados con medicamentos que disminuyen el colesterol.
5. Tabaco. Evitar fumar en forma activa o pasiva (1 de cada 10 ACV se relacionan con el tabaquismo).
6. Sobrepeso.
7. Sedentarismo. La falta de actividad física predispone a una enfermedad vascular, de hecho, 1/3 de los ACV ocurren en sedentarios, por eso resulta fundamental realizar actividad física en forma regular.
8. Estrés.
9. Consumo de alcohol o drogas.
SÍNTOMAS
1. Debilidad o entumecimiento en alguno de los brazos o piernas.
2. Dificultades súbitas en el habla.
3. Pérdida de visión súbita en uno o ambos ojos.
4. Debilidad en algún lado del rostro.
5. Mareos, problemas al caminar, pérdida de equilibrio o coordinación.
6. Dolores de cabeza súbitos.