Mañana finaliza la Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, cuyo fin es promover el entrenamiento en Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCP) y manejo del desfibrilador externo automático (DEA) para la atención temprana de la muerte súbita extra-hospitalaria.
Mañana domingo finaliza la Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, una iniciativa de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), brazo a la comunidad de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), para fomentar el conocimiento y toma de conciencia en toda la población sobre la importancia de estar entrenados en Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCP) y manejo del desfibrilador externo automático (DEA) para la atención temprana de la muerte súbita extra-hospitalaria.
El 70 por ciento de las muertes súbitas ocurren en la calle o en lugares cerrados, pero fuera de los hospitales, una realidad que genera escasas chances de sobrevivir. Las estadísticas muestran tasas de supervivencia de tan solo el 5 al 10%.
El poco uso de los DEAs tiene mucho que ver con esa situación. Son escasos los casos en los cuales las víctimas son desfibriladas antes de la llegada del servicio de emergencias médicas, siendo la tasa de uso de estos dispositivos cercana al 3%.
Las posibilidades de sobrevida disminuyen un 10% por cada minuto que una víctima pasa sin recibir maniobras de reanimación.
Es importante saber que una de las principales causas del paro cardíaco, la fibrilación ventricular, puede ser revertida por el uso temprano de un DEA. Los DEAs son dispositivos automáticos para uso de personas no médicas, de muy fácil manejo, pero que requieren de un entrenamiento en su uso.
En un caso de paro cardíaco, permiten mejorar las tasas de supervivencia y así ayudar a salvar una vida. Por esta razón, es vital que las víctimas puedan ser atendidas por los testigos del evento, mientras se espera la llegada del servicio de emergencias.
En este sentido, este mes se ha convertido en una ocasión ideal para tomar conciencia y dar a conocer el uso del DEA, y con ello la importancia que adquiere en la cadena de supervivencia. Poder utilizarlo, tan solo requiere pocas horas de entrenamiento y sobre todo las ganas de aprender y ejercitar la solidaridad para con el prójimo.
Programas de acceso público a la desfibrilación (APD)
Sociedades científicas de todo el mundo, como la nuestra, bregan por la implementación de lo que se conoce como programas de acceso público a la desfibrilación (APD) y recomiendan la implementación de estos programas en todo evento donde se estime el uso de un DEA cada 5 años, estimando una tasa de paro cardíaco de 1 cada 1000 personas/año.
Estos programas son planes estructurados, orientados para empresas, instituciones o eventos que representen lugares con gran afluencia de personas, en donde se planifica la instalación del número de DEAs necesarios de acuerdo a las características del lugar o evento.
Además, se entrena a un porcentaje crítico de personas que trabajen allí y se da a conocer el plan de emergencia ante un paro cardíaco. Para ello, se realizan simulacros, se renueva el entrenamiento con periodicidad y se organiza una estructura responsable del programa.
Lo más destacable de su puesta en práctica es que mejora las chances de sobrevida en un 40%, lo que casi triplica la posibilidad de que una persona que sufre un paro cardíaco salga con vida del hospital. Estos datos son avalados por varios estudios que comparan los resultados en el tiempo, luego de su implementación.
De hecho, una investigación sueca publicada este año, observó que la sobrevida de los paros cardíacos ocurridos fuera del hospital en el 2008 era del 5% y para el 2015 llegó al 20% luego de la implementación sistemática de estos programas.
Los lugares de alto tránsito de personas o sitios donde se concentren individuos con alto riesgo de sufrir un paro cardíaco o una muerte súbita (por ejemplo, casinos, aeropuertos, edificios públicos, clubes, gimnasios, escuelas, universidades, campos de golf, eventos deportivos con asistencia masiva de público – maratones, y eventos sociales o culturales – recitales, conciertos, entre otros) deberían ser áreas/lugares o eventos con programas de acceso público a la desfibrilación.
La Fundación Cardiológica Argentina llama a estos programas Área de Cardio-RESCATE® (RESpuesta CARdiaca TEMprana), que cuentan con una larga trayectoria y se encuentran disponibles para empresas o instituciones públicas o privadas interesadas en implementar este tipo de iniciativas.