Por año, 5 millones de estadounidenses son tratados de esta enfermedad. Se trata de un importante problema de salud pública para el país.
Boris Lushniak , el principal funcionario de salud pública (Surgeon General) en Estados Unidos advirtió el preocupante incremento de casos de cáncer de piel en el país, según datos de la Sociedad Americana de Cáncer.
Cada año 63.000 estadounidenses son diagnosticados de melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel: mueren 9.000 personas.
La incidencia de este tipo de cáncer aumentó un 200 por ciento entre los años 1973 y 2011, resulta la forma más común de cáncer en los adultos de 25 a 28 años, y la segunda entre los jóvenes de 15 a 29 años.
El resultado es que alrededor de cinco millones de americanos son tratados de cáncer de piel cada año, lo que supone un coste medio de 8.000 millones de dólares.
En las últimas décadas, según el dermatólogo Lushniak, el número de casos registrados de cáncer de piel ha sido mayor que todos los de mama, pulmón, próstata, y colon combinados.
«Los datos reflejan que se necesita acción inmediata» dijo el médico que junto al Departamento de Salud de EEUU estableció varios objetivos para disminuir el riesgo de cáncer de piel, tales como proporcionar sombra en los parques, escuelas y otros espacios públicos y reducir el bronceado artificial.
Cabinas de bronceado
Es que las cabinas de bronceado están empezando a ser vistas como una parte importante del problema, ya que se estima que alrededor de 400.000 casos de cáncer de piel cada año están relacionados con esta práctica, tal y como ha señalado el doctor Howard Koh, subsecretario de Salud.
Lushniak señaló que la preocupación por las cabinas de bronceado se centra en la ráfaga concentrada de rayos UVA en la piel al descubierto.
Sólo el 10% de los estados prohíbe a los menores utilizar estas cabinas de bronceado artificial. La asociación que las agrupa en todo el país, señaló que no existen datos que asocien la exposición de rayos ultravioleta con el cáncer de piel.
Lushniak ha hablado de la responsabilidad de los padres en todo este asunto. “Es importante que enseñen a sus hijos cómo protegerse del sol, de la misma forma que les enseñan a cuidarse la boca o a comer sano”.
Algunas de las medidas a tomar deberían ser utilizar sombrero, llevar gafas de sol y ropa protectora y usar un protector solar con, al menos, un índice de 30.