En dialogo con Noticias de Salud Radio, la nutricionista y reikista Flor Barreiro (MN 7924) nos contó cuál es su método para que los y las pacientes puedan alcanzar sus metas. Su apuesta va más allá de qué comer, hay un trabajo interno de autoconocimiento para superar esas trabas que suelen llevar al fracaso del tratamiento, como la falta de compromiso, excusas y victimización, entre otras. “Hay que enamorarse del proceso porque los resultados no van a llegar solos, necesitamos perseverancia”, destacó la especialista.
– Sos nutricionista y reikista. ¿Qué es el reiki? ¿Cómo se lo podría aplicar en la alimentación?
– El Reiki es una técnica de sanación japonesa que se práctica para poder equilibrar el sistema energético del cuerpo. Al movilizar esa energía por los 7 chakras del cuerpo, nos ayuda a destrabar los bloqueos que puede haber en ese canal energético para obtener paz a nivel físico, mental, emocional y también espiritual. Se trata de una técnica muy integradora que aplico hace más de 15 años; cualquier persona la puede aprender con un maestro que lo inicie. En el reiki hay conexión con la respiración, luego lo que se denomina intención de sanación y la utilización de las manos que recorren los distintos chakras por donde fluye la energía. El resultado final de esta técnica es gratificante, porque aparece la relajación, se elimina el estrés, se descansa mejor, entre muchos otros beneficios para nuestro bienestar. ¿Cómo relacionar el reiki y la alimentación para mejorar los resultados que buscados? Se traspasa la energía a los alimentos en el momento de preparar la comida o cuando el plato ya está servido. Esto permite poder elevar la vibración de esa comida y armonizar el plato, entonces, vamos a mejorar la absorción de esos nutrientes y su calidad para poder nutrir mejor las células del cuerpo. Definitivamente, practicar reiki nos permite estar más conectados con el cuerpo, la intención y el camino hacia la meta como por ejemplo descender de peso será mucho más llevadero.
– ¿Por qué creés que a veces los pacientes pasan en poco tiempo del entusiasmo al abandono del tratamiento?
– Generalmente, hay falta de compromiso, excusas, victimización y no creen en ellas/os mismas en muchos casos. También son pacientes que les cuesta poner límites a ellos a mismos y a su entorno. Todos estos factores, entre otros, hacen que no se mantenga una constancia en el tiempo. Tenemos que entender que todo cambio requiere compromiso, esfuerzo, estar enfocada con la meta. Son como mini pasitos que tengo que dar todos los días para poder llegar al resultado que busco, ya sea, bajar de peso, reducir la inflamación intestinal o mejorar los análisis de laboratorio, entre muchos otros objetivos con los cuales llegan mis pacientes a la primera consulta. Lo cierto es que para superar todas esas trabas es clave aprender a manejar ciertos impulsos emocionales, un tema en el cual trabajo mucho con mis pacientes. Tenemos que dejar atrás viejos hábitos, que es donde se almacena la memoria celular del cuerpo para evitar volver a lo conocido. En síntesis, es fundamental poner el foco en ellas mismas, y eso implica conocerse más, estar muy alineadas con lo que quieren; hay que enamorarse de ese camino, porque los resultados no van a llegar solos, necesito perseverancia en ese proceso.
– ¿Cuáles son los 5 pilares para que un tratamiento sea exitoso?
– Lo primero es una alimentación equilibrada, luego tener un buen descanso físico y mental, estar más activas (moverse más) y poder mantener un vínculo social que sano, y estar en contacto con la naturaleza (con el ambiente que nos rodea), y está muy bueno poder hacer una pequeña reflexión nocturna para ver si estoy siendo clara con lo que estoy queriendo.
1. Con la alimentación equilibrada sería poder planificar las comidas, tener armado un menú semanal e ir rotándolo, hacer una lista de compras y también renovar el stock. Buena hidratación fundamental con agua y poder mantener un reposo digestivo nocturno también de 10-12 horas para poder reponer las células y permitir un descanso a los órganos para lograr un mejor funcionamiento.
2. Tener un buen descanso físico implica poder dormir las ocho horas y un descanso mental es poder implementar técnicas de respiración consciente que nos ayudan a aquietar la mente, hacer prácticas de yoga o de tai chi, o podemos escuchar meditaciones guiadas que nos ayudan a estar más en contacto con el cuerpo y con lo que voy sintiendo.
3. Movernos más es activar el sistema circulatorio, elevando las pulsaciones, ya sea haciendo una caminata, bici, haciendo algún deporte y fortalecer los músculos, es fundamental poder hacer pequeños levantamientos de pesa, cuanto más masa muscular tengo, más gasto energético voy a tener y mejor va a llegar mi cuerpo cuando sea grande.
4. Mantener un vínculo social sano, sería poder rodearte de personas que te hagan sentir bien, protegida, querida, que quieran tu bienestar evitar personas que sean tóxicas. Y si estamos en contacto con la naturaleza también podemos obtener la energía de ellas, ya sea regando las plantas o haciendo compost para ellas.
5. Poder hacer una pequeña reflexión nocturna, sería poder registrar si lo que voy haciendo durante todo ese día me está ayudando a lo que quiero o no, porque a veces la vida te va llevando puesta y no paro a centrarme con lo que estoy queriendo. Entonces también les digo que se hagan dos preguntitas, ¿qué no hago y me gustaría hacer? y ¿qué hago que no me gustaría hacer? para poder enfocarse más a la meta que van queriendo.
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