Se trata del área de Electrofisiología. Tiene equipos de última generación que podrán realizar estudios del trastorno del sueño, lo que implica un gran avance para un hospital público.
En el Hospital Municipal Ciudad de Boulogne (avenida Avelino Rolón 1.200) se inauguró una sala de Electrofisiología. Se trata de aparatología de última generación que aporta mayor precisión en el diagnóstico neurológico de los pacientes. Permiten realizar estudios del trastorno del sueño, una práctica que no suele realizarse en hospitales públicos.
Tras cortar la cinta de inauguración, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse señaló que esta sala es un gran avance para mejorar la calidad de vida de los vecinos. “El servicio comienza a funcionar justo en el año que este Hospital cumplió 20 años, por lo que esta nueva sala es una manera de seguir festejando. Se hace realidad un área a cargo de profesionales perfectamente capacitados”.
El intendente agregó que el sector de Electrofisiología es superador y servirá para esclarecer el diagnóstico de enfermedades neurológicas de los pacientes. “Esto es prevención médica”, resumió Posse.
“Ahora los vecinos cuentan con esta sala para realizarse diferentes estudios neurológicos, el más importante de ellos es la Polisomnografía, que no se hace en hospitales públicos”, sumó el director del Hospital de Boulogne, Alfonso Stagno. Y explicó que a través de ese estudio también se puede detectar, por ejemplo, una apnea (cese completo de la señal respiratoria cuando la persona duerme), algo que es tratable y fácil de diagnosticar.
“Es una gran avance para los vecinos que se atienden en el Hospital y para la salud pública de San Isidro”. Sobre el aparato que diagnostica trastornos del sueño, el médico anheló: “Este equipo debería estar en todos los hospitales públicos”.
El jefe de Neurología del Hospital, Gregorio Abiusi, especificó que esta aparatología detecta las anormalidades eléctricas emitidas por el cuerpo.
Los equipos que incorporó el Hospital sirven para realizar los siguientes estudios:
Polisomnografía:
Estudia los trastornos del sueño. Registra la actividad del cerebro, la respiración, el corazón, mientras la persona duerme. “El paciente se queda una noche o toda una tarde en una cama. Es importante este tipo de estudios ya que está relacionado a los accidentes de tránsito. Muchas veces la gente suele quedarse dormida al conducir”, alertó el especialista.
Electroencefalografía:
Califica y diagnostica cuadros de epilepsia, entre otras alteraciones funcionales del cerebro.
Potenciales evocados:
Estudia alteraciones visuales, somatosensoriales, además de trastornos auditivos.
Electromiografía:
Revisa cómo funciona un músculo y el nervio que lo hace mover, generalmente en las piernas, cuando aparecen en ellas síntomas hormigueo, calambres, adormecimiento o parálisis. “Se usan electrodos de superficie para conocer la respuesta del nervio a un estímulo eléctrico. Así detectamos si la persona tiene dificultad para caminar, pararse o sentarse”, explicó Abiusi.