El cáncer de cabeza y cuello incluye los tumores que afectan a la boca, laringe o faringe, ocasionando en promedio casi 3 fallecimientos por día en nuestro país. Sin embargo, si se detecta a tiempo, puede curarse en un gran porcentaje de los casos. Además, existen tratamientos inclusive para las etapas más avanzadas de la enfermedad.
Algunos de los síntomas que podrían indicar la presencia de esta condición son llagas en la boca que demoran en cicatrizar, manchas blancas, rojas o pardas en el interior de la cavidad bucal, ganglios del cuello inflamados, dificultad para tragar, sangrado de encías y disfonías prolongadas.
Entre los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de cabeza y cuello, se encuentran el tabaquismo, la ingesta excesiva de alcohol, la infección por el virus del papiloma humano (HPV) o presentar antecedentes familiares.
Del 5 al 9 de agosto, tendrá lugar en distintos hospitales, centros médicos y odontológicos y facultades de odontología de todo el país, una nueva campaña de prevención del cáncer de boca con el objetivo de detectar a tiempo cualquier tipo de cáncer o lesiones potencialmente malignas que se encuentren en la boca.
Cada año, en el mundo se detectan 650.000 nuevo casos de cáncer de cabeza y cuello, manifestándose en la boca, laringe o faringe. En 2017, fallecieron 945 personas por esta enfermedad en nuestro país1, lo que implica un promedio de 2,6 por día. Sin embargo, si se detecta a tiempo, se puede curar entre el 75 y el 80% de los pacientes. Además, existen tratamientos inclusive para las etapas más avanzadas de la enfermedad.
Entre los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de cabeza y cuello, se encuentran el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la infección del virus por el papiloma humano (HPV) o presentar antecedentes familiares. Algunos de los síntomas que podrían indicar la presencia de esta condición son úlceras (llagas) en la boca que demoran en cicatrizar, manchas blancas, rojas o pardas en el interior de la cavidad bucal, ganglios del cuello inflamados, dificultad para tragar, sangrado de encías y disfonías prolongadas.
“Como los síntomas suelen ser bastante inespecíficos, en ocasiones las personas los minimizan y así se retrasa el diagnóstico, perdiendo un tiempo valioso. Otra situación que se puede dar es que sea el profesional quien no reconoce la enfermedad ante la consulta del paciente y entonces también se demora el diagnóstico”, aseguró el Dr. Raúl Giglio, médico oncólogo, Jefe de Oncología de la Unidad Funcional de Tumores de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología Ángel Roffo-UBA.
“Cerca de 9 de cada 10 casos se pueden sospechar mediante un examen visual de la cavidad bucal y luego confirmar con estudios complementarios. Por ello, con frecuencia suelen ser los odontólogos quienes primero sospechan esta condición y le indican al paciente que consulte con el especialista. De allí la importancia de que estos profesionales estén formados en la detección del cáncer de boca, ya que son quienes tienen acceso más frecuente a la boca de los pacientes”, sostuvo la Dra. Marcela Rzepka Valsangiacomo, Jefe de Servicio de Odontología de la Unidad Funcional de Tumores de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología Ángel Roffo-UBA.
Para contribuir a una mayor detección temprana y concientización general sobre esta enfermedad, del 5 al 9 de agosto próximo tendrá lugar en distintos hospitales, centros médicos y odontológicos y facultades de odontología de todo el país, una campaña gratuita de detección que invita a acercarse a las personas que así lo deseen a cualquiera de los centros participantes para ser atendidas.
“Durante la campaña, se revisará la boca y, si se detecta cualquier lesión sospechosa, maligna o potencialmente maligna, se orientará en su tratamiento. Con respecto al tratamiento del cáncer de boca, debe ser realizado por un equipo interdisciplinario integrado por un oncólogo clínico, cirujanos de cabeza y cuello, radioterapeutas, odontólogos, fonoaudiólogos, estomatólogos, psicólogos, psiquiatras y asistentes sociales. Además, si el paciente presentara alguna otra comorbilidad, se deberá evaluar qué otro profesional debe intervenir”, recomendó la Dra. Patricia Masaquijo Bisio, odontóloga, responsable de Estomatología de la Unidad Funcional de Tumores de Cabeza y Cuello de la misma institución.
A nivel mundial, se estima que 350.000 personas mueren por esta enfermedad cada año. En el pasado, los varones padecían más esta condición que las mujeres, probablemente debido a un mayor consumo de tabaco y alcohol. En las últimas décadas, sin embargo, la incidencia se igualó, a la par de la equiparación de estilos de vida y de este tipo de conductas.
“El tratamiento debe ser definido por dicho equipo multidisciplinario y consiste en una o más modalidades: cirugía, radioterapia, quimioterapia y medicamentos de blanco específico. Hoy en día la medicina cuenta con un amplio abanico de opciones terapéuticas, incluso para los estadios más avanzados de la enfermedad”, concluyó el Dr. Giglio.